En la actualidad, el uso de dispositivos móviles se ha convertido en una práctica común no solo entre adultos, sino también entre niños y adolescentes. Sin embargo, cada vez más estudios advierten sobre las consecuencias negativas que esta tendencia puede tener en el desarrollo infantil. Un reciente informe de la Asociación Española de Pediatría (AEP) destaca específicamente cómo el uso del móvil durante las comidas y en los dormitorios puede impactar de manera adversa en el comportamiento y bienestar emocional de los más jóvenes. A continuación, profundizaremos en los hallazgos de este estudio y ofreceremos recomendaciones prácticas para las familias.
Una revisión científica que confirma el impacto de las pantallas
El estudio llevado a cabo por el Comité de Promoción de la Salud de la AEP revisó investigaciones publicadas desde 2021 centradas en el uso de pantallas en el entorno familiar. La investigación se enfocó en identificar conductas de riesgo asociadas a la utilización de dispositivos digitales en el hogar.
Entre los hábitos más preocupantes se encuentran:
- Uso de pantallas durante las comidas, interrumpiendo la comunicación familiar.
- Presencia de pantallas en dormitorios, que afecta la calidad del sueño.
El estudio reveló que aproximadamente el 36,8% de los padres admiten usar el móvil en la mesa, y más del 60% de los adolescentes duermen con su teléfono cerca. Estas rutinas están correlacionadas con un aumento en problemas como:
- Trastornos del sueño.
- Dificultades en la regulación emocional.
- Comportamientos disruptivos en niños y adolescentes.
Las consecuencias de estas prácticas se evidencian en estudios que indican una relación directa entre el uso de dispositivos por parte de los padres y el uso problemático de pantallas en sus hijos.
Principales hallazgos y su relevancia para la crianza
El informe de la AEP subraya varias consecuencias críticas vinculadas al uso de pantallas durante las comidas y en los dormitorios. Estas son algunas de las más significativas:
1. Desregulación emocional y dependencia digital
Los dispositivos móviles pueden reemplazar a los padres en su rol de reguladores emocionales. Cuando los niños recurren a estos dispositivos para calmarse o distraerse, desarrollan una menor capacidad para auto regularse. Esta dependencia puede llevar a frustraciones cuando no tienen acceso a la tecnología.
2. Problemas de sueño y salud mental
La exposición a pantallas antes de dormir afecta negativamente la calidad del sueño, ya que interfiere con la producción de melatonina y puede causar insomnio. Como resultado, se pueden observar repercusiones en el estado de ánimo y en el rendimiento académico.
3. Imitación de comportamientos adultos
Los niños aprenden no solo de las palabras, sino también de las acciones de los adultos. Si los padres utilizan dispositivos móviles en momentos clave, es probable que los niños adopten estos hábitos, perpetuando un ciclo de exposición a los riesgos asociados.
Recomendaciones prácticas de la AEP para familias
La AEP ha establecido recomendaciones claras para ayudar a las familias a gestionar el uso de pantallas en sus hogares. Algunas de las medidas más destacadas incluyen:
- Evitar el uso de pantallas durante las comidas: Fomentar la comunicación y la interacción familiar.
- Prohibir dispositivos en los dormitorios: Mantener los dispositivos apagados y fuera del alcance durante la noche.
- Dar el ejemplo: Los padres deben ser conscientes de sus propios hábitos digitales.
- Establecer rutinas de desconexión: Incluir períodos sin pantallas antes de dormir y durante el día.
- Incorporar preguntas sobre el uso de pantallas en las revisiones médicas, promoviendo una mayor conciencia sobre este tema.
Una oportunidad para revisar las rutinas familiares
El estudio de la AEP nos invita a reconsiderar lo que a menudo se percibe como hábitos inofensivos. Las comidas y la hora de dormir son momentos cruciales para el desarrollo emocional y social de los niños. Al dejar de lado el móvil, no solo se mejora la calidad de estas interacciones, sino que también se promueve un ambiente más saludable para el crecimiento de los niños.
En este sentido, es fundamental que los padres sean conscientes de que su presencia y atención son insustituibles. La crianza efectiva implica más que solo proporcionar acceso a tecnologías; requiere un compromiso por parte de los adultos para estar presentes, escuchar y guiar a sus hijos en el manejo de emociones y comportamientos.
Referencias
- M.A. Salmerón-Ruiz, C. García de Ribera, V.S. Barberán et al., Efectos de los medios digitales en la salud física y el desarrollo, Anales de Pediatría, 2025. DOI: 10.1016/j.anpedi.2025.503876
Para obtener más información sobre cómo gestionar el uso de pantallas en niños y adolescentes, puedes ver este video informativo:
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