El aumento de la miopía en niños y adolescentes es un fenómeno que ha ido creciendo de manera preocupante en todo el mundo. Con la proliferación de dispositivos digitales, es fundamental entender cómo el tiempo que los pequeños pasan frente a las pantallas puede afectar su salud visual. ¿Estamos tomando las medidas adecuadas para proteger su visión en esta era digital?
Un reciente metaanálisis ha revelado una conexión clara entre el uso de pantallas y el incremento de la miopía en los niños, lo que plantea serias preguntas sobre cómo manejar la exposición a estas tecnologías. La salud visual de las futuras generaciones podría depender de nuestras decisiones actuales.
Un problema creciente en todo el mundo
La miopía es un trastorno visual caracterizado por la dificultad para ver objetos lejanos con claridad, mientras que los objetos cercanos son percibidos sin problemas. Esta condición se produce por un alargamiento anormal del globo ocular, que provoca que la luz no se enfoque correctamente en la retina. Aunque tradicionalmente se consideraba un problema menor, su creciente prevalencia ha convertido a la miopía en una verdadera pandemia visual.
Hoy en día, aproximadamente el 40% de los niños y adolescentes a nivel global padecen miopía. Se estima que esta cifra podría superar el 50% para el año 2050, con un incremento especialmente notable en países asiáticos donde la presión educativa y el uso de tecnología son intensivos. Los científicos han identificado dos factores principales en este fenómeno:
- Aumento de actividades que requieren visión cercana, como leer y usar dispositivos electrónicos.
- Reducción del tiempo pasado al aire libre.
Ambos factores alteran el desarrollo ocular, favoreciendo el crecimiento del ojo y, por ende, el desarrollo de la miopía.
¿Cómo afecta el uso de pantallas a la visión de los niños?
Según el metaanálisis publicado en JAMA Network Open, no todas las actividades de visión cercana afectan por igual a la salud ocular. El tiempo frente a pantallas tiene un efecto mucho más nocivo que actividades como la lectura de libros o la realización de tareas escolares. Esto puede deberse a varias razones:
- Los dispositivos digitales suelen sostenerse a una distancia menor que los libros, forzando al ojo a un enfoque prolongado.
- La frecuencia de parpadeo disminuye al usar pantallas, lo que puede causar fatiga ocular y sequedad.
- La exposición prolongada a la luz azul puede alterar ritmos circadianos y afectar la producción de dopamina en la retina.
El metaanálisis también mostró que el riesgo de desarrollar miopía no se incrementa de forma lineal. Hasta una hora de uso diario no presenta un riesgo significativo, pero a partir de ese límite, el riesgo aumenta de manera dramática. Cuando el tiempo frente a las pantallas supera las cuatro horas diarias, la probabilidad de desarrollar miopía se dispara casi un 97%.
¿Podemos prevenir la miopía en los niños?
Aunque la genética tiene un papel en el desarrollo de la miopía, el estilo de vida es determinante en su progresión. Los expertos coinciden en que limitar el tiempo frente a pantallas y fomentar actividades al aire libre son estrategias clave para proteger la visión de los niños.
Entre las recomendaciones se incluyen:
- Limitar el uso recreativo de dispositivos electrónicos a dos horas diarias.
- Aplicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar a un objeto a 6 metros de distancia durante al menos 20 segundos.
- Fomentar el contacto con la luz natural, ya que se ha demostrado que el tiempo al aire libre reduce el riesgo de miopía.
- Realizar revisiones oftalmológicas periódicas, especialmente en niños con antecedentes familiares de miopía.
El impacto de la pandemia y el auge de la miopía infantil
La pandemia de COVID-19 obligó a millones de niños a pasar largas horas frente a pantallas, tanto para la educación como para el entretenimiento. Investigaciones realizadas en China revelaron que la prevalencia de miopía en niños aumentó un 10.4% entre 2019 y 2020, lo que sugiere que el confinamiento y el aumento del tiempo frente a las pantallas aceleraron el problema.
A medida que volvemos a la normalidad, es esencial fomentar hábitos que protejan la salud visual de los niños y prevenir una mayor propagación de la miopía.
El futuro de la salud visual en la era digital
La tecnología ha transformado la manera en que los niños aprenden y se entretienen, pero también ha presentado nuevos desafíos para su salud ocular. Aunque los dispositivos digitales son una parte integral de la vida moderna, es crucial encontrar un equilibrio que minimice sus riesgos.
Este estudio proporciona evidencia sólida sobre el vínculo entre el uso excesivo de pantallas y la miopía, lo que puede ayudar a establecer políticas de prevención más eficaces y a aumentar la conciencia sobre este problema. A medida que avanzamos, los especialistas continuarán investigando estrategias para mitigar esta epidemia visual y proteger la salud visual de las generaciones futuras.
Referencias
- Ha A, Lee YJ, Lee M, Shim SR, Kim YK. Digital Screen Time and Myopia: A Systematic Review and Dose-Response Meta-Analysis. JAMA Netw Open. 2025;8(2):e2460026. doi: 10.1001/jamanetworkopen.2024.60026
- Liang J, Pu Y, Chen J, et al. Global prevalence, trend and projection of myopia in children and adolescents from 1990 to 2050: a comprehensive systematic review and meta-analysis. Br J Ophthalmol. 2025;109(3):362-371. doi: 10.1136/bjo-2024-325427
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