El contacto piel con piel entre madres e hijos recién nacidos ha sido ampliamente estudiado y promovido por sus diversos beneficios para la salud. Sin embargo, un reciente estudio realizado en Noruega plantea interrogantes sobre la magnitud de estos beneficios, especialmente en lo que respecta al desarrollo neurológico de los bebés prematuros. Acompáñanos a explorar esta investigación y sus implications para la atención neonatal.
- ¿Qué investigó el estudio y cómo se diseñó?
- Impacto positivo en la lactancia materna
- Una intervención segura y de bajo costo
- Implicaciones para la práctica clínica neonatal
- ¿Por qué es importante el contacto piel con piel para los bebés prematuros?
- ¿El contacto piel con piel ayuda al desarrollo del cerebro?
- ¿Qué dice la OMS sobre el método canguro?
- ¿A qué edad los bebés dejan de beneficiarse del contacto piel con piel?
- Referencias
¿Qué investigó el estudio y cómo se diseñó?
El estudio se llevó a cabo entre 2014 y 2020 en tres hospitales de Noruega, donde se evaluó a un total de 108 recién nacidos prematuros. Todos los bebés incluidos en la investigación tenían un peso superior a 1.000 gramos y no necesitaban ventilación mecánica ni cuidados intensivos avanzados.
Los neonatos fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: uno que recibió dos horas de contacto piel con piel inmediato tras el nacimiento y otro que fue trasladado directamente a la incubadora. Este diseño permitió a los investigadores comparar los efectos del contacto inmediato con los cuidados estándar.
Para medir el desarrollo cognitivo a los 2-3 años, se utilizó la Escala Bayley de Desarrollo Infantil (BSID-III), que evalúa diversas funciones como el lenguaje, la motricidad y la capacidad de resolución de problemas. La hipótesis era que una diferencia significativa en los puntajes podría indicar un efecto positivo del contacto piel con piel.
De los 108 bebés, 81 completaron la evaluación cognitiva. Sin embargo, los resultados mostraron que no había diferencias significativas entre los dos grupos: los puntajes fueron prácticamente idénticos y la tasa de retrasos en el desarrollo se mantuvo similar, alrededor del 50% en ambos casos.
Impacto positivo en la lactancia materna
A pesar de la falta de beneficios neurológicos demostrables, el estudio reveló hallazgos alentadores en relación con la lactancia materna. En el grupo que recibió contacto piel con piel, al momento del alta hospitalaria, el 84% de los bebés estaba siendo amamantado, en comparación con el 67%% del grupo control.
Además, se observó que la duración de la lactancia exclusiva fue mayor en el grupo que experimentó contacto inmediato, aunque esta diferencia no alcanzó significación estadística. Esto sugiere que el contacto temprano podría facilitar el inicio y la continuidad de la alimentación al pecho.
Los investigadores sugieren que, aunque el contacto piel con piel no demuestre beneficios claros en pruebas cognitivas, sí podría tener efectos emocionales y de vinculación que impactan positivamente en la salud infantil a largo plazo.
Una intervención segura y de bajo costo
Uno de los aspectos más destacados del contacto piel con piel es su viabilidad como intervención. Es una práctica sencilla, sin costo y fácil de implementar, incluso en entornos hospitalarios con recursos limitados, siempre que los recién nacidos estén clínicamente estables.
A pesar de la falta de impacto en el desarrollo cognitivo, los autores del estudio señalan que el contacto piel con piel debería ser promovido por sus beneficios en la lactancia y el vínculo madre-hijo. Muchos hospitales aún no implementan esta práctica de forma sistemática tras partos prematuros.
El estudio no propone abandonar esta práctica, sino más bien enfocarse en su implementación como parte del cuidado neonatal integral, sin expectativas desmedidas en el desarrollo neurológico a corto plazo.
Implicaciones para la práctica clínica neonatal
Los hallazgos de este ensayo clínico aportan valor al debate sobre las mejores prácticas en el cuidado de recién nacidos prematuros. Aunque se constató que no hubo mejoras cognitivas, el contacto piel con piel mostró ventajas significativas en la lactancia, lo que podría traducirse en beneficios acumulativos a largo plazo.
Los autores sugieren que futuras investigaciones no deben limitarse a evaluar el impacto cognitivo. Es esencial considerar también variables relacionadas con el apego, la salud emocional y el bienestar familiar, que son fundamentales para el desarrollo integral del bebé.
La ciencia avanza al no solo confirmar hipótesis, sino también al refinar nuestras expectativas sobre lo que podemos esperar de cada intervención.
¿Por qué es importante el contacto piel con piel para los bebés prematuros?
El contacto piel con piel, también conocido como “método canguro”, tiene múltiples beneficios que van más allá del desarrollo cognitivo. Entre sus ventajas se pueden mencionar:
- Mejora la regulación térmica: Ayuda a mantener la temperatura corporal del bebé.
- Fomenta el apego: Establece una conexión emocional sólida entre la madre y el bebé.
- Estimula la lactancia: Facilita el inicio de la lactancia materna.
- Reduce el estrés: Minimiza el llanto y el estrés en el recién nacido.
- Mejora la oxigenación: Contribuye a una mejor saturación de oxígeno en sangre.
¿El contacto piel con piel ayuda al desarrollo del cerebro?
El contacto piel con piel es crucial en los primeros momentos de vida, pero la evidencia sobre su impacto a largo plazo en el desarrollo cerebral es variada. Algunos estudios sugieren que el contacto temprano puede influir en el desarrollo emocional y social, aspectos que son igualmente importantes para el bienestar general del niño.
¿Qué dice la OMS sobre el método canguro?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda el método canguro como una estrategia efectiva para mejorar la salud neonatal. Este enfoque consiste en proporcionar contacto piel con piel y lactancia materna, ayudando a los bebés prematuros a superar los desafíos iniciales que enfrentan. La OMS promueve este método especialmente en contextos de bajos recursos, donde la atención neonatal puede ser limitada.
¿A qué edad los bebés dejan de beneficiarse del contacto piel con piel?
No hay una edad exacta en la que los bebés dejen de beneficiarse del contacto piel con piel, ya que los efectos positivos pueden variar dependiendo de cada niño. Sin embargo, se sugiere que los beneficios son más evidentes durante los primeros meses de vida, cuando el apego y la vinculación son cruciales para el desarrollo emocional.
Referencias
- Kristoffersen L, Støen R, Bergseng H, et al. Immediate Skin-to-Skin Contact in Very Preterm Neonates and Early Childhood Neurodevelopment: A Randomized Clinical Trial. JAMA Netw Open. (2025). doi:10.1001/jamanetworkopen.2025.5467
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