Claves para comunicarse con personas con demencia

La comunicación es un aspecto fundamental en la relación humana, pero adquiere una relevancia aún mayor cuando se trata de personas que padecen demencia. La demencia es un trastorno progresivo del cerebro que afecta la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad de llevar a cabo actividades diarias. A medida que la enfermedad progresa, la comunicación se vuelve más difícil tanto para la persona que sufre de demencia como para sus seres queridos y cuidadores.

En la clínica, hablar con personas que tienen demencia puede ser todo un reto. Los síntomas de la demencia pueden variar, pero incluyen dificultades en el lenguaje, la comprensión y la expresión verbal. Esto puede llevar a malentendidos, frustración y estrés tanto para el paciente como para quienes se relacionan con él.

Es por eso que es fundamental contar con estrategias de comunicación efectivas para garantizar una mejor calidad de vida y bienestar tanto para las personas con demencia como para quienes las cuidan.

Índice de contenidos
  1. Importancia de la comunicación en personas con demencia

Importancia de la comunicación en personas con demencia

La comunicación desempeña un papel clave en la relación con las personas que padecen demencia. A través de la comunicación, es posible establecer vínculos emocionales, transmitir información y brindar apoyo emocional. La forma en que nos comunicamos con las personas con demencia puede influir en su estado de ánimo, su nivel de bienestar y su capacidad para comprender y participar en su entorno.

Los pacientes con demencia a menudo experimentan dificultades para seguir conversaciones, recordar palabras, entender instrucciones o expresar sus pensamientos y emociones. No obstante, a medida que la enfermedad avanza, sigue siendo importante mantener la comunicación activa y continua.

Hablar de forma clara y lenta

Para comunicarse eficazmente con personas con demencia, es importante hablar de forma clara y lenta. Hablar demasiado rápido o utilizar un lenguaje complicado puede resultar confuso y contribuir a la frustración del paciente. Al hablar, es importante articular claramente las palabras, mantener un tono de voz calmado y utilizar un lenguaje sencillo y comprensible.

Por ejemplo, en lugar de decir "¿Qué te gustaría comer hoy?" se puede decir "¿Qué te apetece comer ahora?" En vez de utilizar términos médicos o técnicos, es mejor utilizar palabras cotidianas que la persona pueda entender con facilidad.

Además, es importante prestar atención al lenguaje no verbal. Expresiones faciales, gestos y tono de voz pueden transmitir mensajes de apoyo y comprensión. Mantener contacto visual y señalar de forma clara los objetos o personas a los que se hace referencia también puede ayudar a mejorar la comunicación.

Utilizar frases cortas y repetir información

Las personas con demencia tienen dificultades para procesar grandes cantidades de información. Por lo tanto, es recomendable utilizar frases cortas y directas para facilitar su comprensión. Evitar el uso de oraciones complejas o largas, y buscar la concisión en el lenguaje utilizado.

Además, repetir la información de forma frecuente puede ayudar a afianzarla en la memoria de la persona con demencia. Por ejemplo, si se le informa al paciente que la cena será a las 7 pm, es útil recordarle la hora de la cena varias veces durante el día. Esto le permitirá recordar y comprender mejor la información.

También es importante dar tiempo suficiente para que la persona procese la información y responda. Evitar interrumpir o apresurar al paciente durante la comunicación es clave para permitir una interacción más efectiva.

Asegurar la comprensión

La falta de comprensión puede llevar a confusiones y malentendidos. Es necesario asegurarse de que la persona con demencia comprenda lo que se le está comunicando. Para ello, se pueden utilizar preguntas sencillas para verificar si ha entendido correctamente la información recibida.

Si el paciente demuestra dificultades para comprender, se puede intentar utilizar diferentes estrategias de comunicación, como imágenes, gestos o dibujos, para reforzar el mensaje. Algunas personas con demencia pueden beneficiarse de la comunicación visual más que de la verbal, por lo que utilizar recursos visuales puede ser especialmente útil.

Tolerar la frustración y evitar reproches

La demencia puede afectar negativamente la capacidad de la persona para comunicarse de manera efectiva. Puede haber momentos en los que el paciente no pueda encontrar las palabras adecuadas o tenga dificultades para expresar sus pensamientos y emociones. Es importante tener en cuenta que estos problemas de comunicación son resultado de la enfermedad y no de una falta de esfuerzo por parte del paciente.

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Es fundamental mostrar paciencia y comprensión, evitando reproches o críticas. Ofrecer apoyo emocional y escuchar con empatía puede ayudar a mitigar la frustración y el estrés asociados con las dificultades de comunicación.

Uso de gestos, imágenes o música

Cuando la demencia está en una etapa avanzada y la comunicación verbal se vuelve extremadamente difícil, se pueden utilizar gestos, imágenes o música para facilitar la comunicación.

Los gestos pueden ser una forma efectiva de comunicarse con una persona que tiene dificultades para encontrar las palabras adecuadas. Por ejemplo, señalar objetos o utilizar gestos simples como abrir las manos para indicar que se desea algo pueden ayudar a transmitir mensajes de manera más clara.

Además, el uso de imágenes puede ser útil para respaldar la comunicación verbal. Mostrar fotografías de seres queridos, lugares familiares o actividades cotidianas puede ayudar a estimular la memoria y facilitar la conversación.

La música también puede ser una herramienta poderosa para la comunicación con personas con demencia. La música puede despertar recuerdos y emociones, facilitando la expresión de pensamientos y sentimientos a través de canciones conocidas.

Tratar con respeto y dignidad

Es fundamental tratar a las personas con demencia con respeto y dignidad en todo momento. No infantilizar al paciente ni hablarle de forma condescendiente. Es importante recordar que aunque las habilidades de comunicación puedan verse afectadas por la demencia, la persona sigue siendo un individuo con experiencias y emociones válidas.

Mantener un tono de voz amable y respetuoso, así como prestar atención a las necesidades y preferencias individuales, puede ayudar a establecer una comunicación más efectiva y significativa.

La comunicación con personas con demencia puede ser un desafío, pero es esencial para su bienestar y calidad de vida. Hablar de forma clara y lenta, utilizar frases cortas y repetir información, asegurar la comprensión, tolerar la frustración y evitar reproches, utilizar gestos, imágenes o música, y tratar con respeto y dignidad son claves para una comunicación efectiva con personas que padecen demencia.

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