¿Cuál es el restaurante más famoso de Chile?

Hoteles en Chile

Rodolfo Guzmán es el jefe de cocina y propietario del mundialmente conocido restaurante Borago. Desde allí, Guzmán ha reescrito las reglas culinarias en un proceso que le ha llevado a introducir en el mundo numerosas técnicas, ingredientes y productos chilenos. Su cocina se basa en la estacionalidad y el profundo conocimiento del territorio chileno. Junto a su equipo, ha documentado los usos y propiedades de la despensa endémica de su país, explorando nuevas posibilidades, a partir de ingredientes que nunca habían sido considerados, como los alimentos milenarios del pueblo mapuche.

Su trabajo colaborativo le ha llevado a interactuar con más de 200 productores y recolectores del territorio chileno, privilegiando el acceso a productos únicos en el mundo y se ha convertido en un ritual estacional para el equipo de Borago.

12 años al frente de Borago lleva Rodolfo Guzmán, el primer chef de Chile que apostó por la cocina de vanguardia endémica, basada en el producto, la cosecha, el sabor y el paisaje del país.  El mismo que acaba de subir del puesto 27 al 26 en el ranking de los 50 mejores restaurantes del mundo, el famoso The World’s 50 Best.

La greda chile

Setas de chocolate, fresas de mar, manzanas silvestres rosas. No son las últimas creaciones de la fábrica de Willy Wonka. Son ingredientes autóctonos chilenos que Rodolfo Guzmán utiliza en los ingeniosos platos de su restaurante de Santiago, Boragó, que ocupa un codiciado lugar en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. Ahora Guzmán comparte muchos de sus secretos culinarios en su nuevo libro de cocina, Boragó: Coming from the South (Phaidon, 60 dólares), que sale a la venta el 6 de noviembre.

Antes de que el chef de 39 años abriera Boragó, en 2006, la mayoría de los restaurantes de Santiago buscaban inspiración en Europa. Pero cuando Guzmán regresó a su país después de ser aprendiz en el afamado Mugaritz, en el País Vasco español, se propuso crear un restaurante verdaderamente chileno, que expresara plenamente las tradiciones culinarias y la riqueza de los productos propios de su variada topografía. La forma de Chile es larga y estrecha, con Santiago en el centro, lo que significa que las montañas nevadas están a sólo 45 minutos en coche y el Océano Pacífico a una hora.

Los mejores restaurantes de chile santiago

La impresionante capital chilena y ciudad colonial española enclavada entre la cordillera de los Andes es uno de los destinos sudamericanos favoritos de los veraneantes que esquían y de los amantes del vino. Aunque Santiago puede traer a la mente los platos favoritos de la comida casera, como los completos rellenos o los abundantes platos de pernil, la ciudad se encuentra en un estado único de cambio culinario. Los chefs santiaguinos están invirtiendo el viejo tópico de que la comida tradicional chilena no es apta para la alta cocina, inspirados por el enfoque interno de Noma y las revoluciones culinarias simultáneas en toda Sudamérica. Hay un mayor acceso y valoración de los ingredientes autóctonos utilizados tradicionalmente por el pueblo mapuche, y una nueva integración de las técnicas modernas con los clásicos chilenos. Tanto si se experimenta el movimiento de la bistronomía de Santiago, la modernización y reimaginación de la querida barbacoa chilena, como sus sangucherías, puestos tradicionales de la vibrante cultura chilena del bocadillo, la forma de comer y cocinar de Santiago está evolucionando como nunca antes se había visto. Si a esto le unimos la afluencia de aperturas de algunos de los nombres culinarios más importantes de América Latina, como Gastón Acurio y Héctor Solís, será difícil encontrar una ciudad gastronómica más emocionante en el hemisferio sur. Sin más dilación, los 38 platos y restaurantes imprescindibles de Santiago de Chile.

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Cada año, comensales, restauradores y escritores gastronómicos -yo estoy en el último grupo- intentan leer la lista anual de los 50 mejores restaurantes del mundo como si fueran hojas de té, buscando tendencias o, al menos, un tema coherente. Pero, como en años anteriores, la edición de 2014, que se anunció en Londres a finales del mes pasado, desafía la lógica unificadora. Los restaurantes que han entrado en la lista completa de los 100 van desde el Momofuku Ssam Bar, de David Chang, decididamente informal y poco seductor, hasta el dechado de lujo de Alain Ducasse, el Louis XIV, en Mónaco. Dicho esto, en los últimos años, los puestos más altos han tendido a ir a los restaurantes que equilibran al menos un grado de lujo (aunque no siempre formal, ninguno de ellos es barato) con un abrazo a la innovación.