La manera en que los niños aprenden y responden a estímulos es un campo fascinante que combina la neurociencia con la psicología del desarrollo. Comprender cómo interactúan las señales y las recompensas puede no solo ayudarnos a entender el comportamiento infantil, sino también guiarnos en la crianza y educación de nuestros hijos. En este artículo, exploraremos las diferencias en los tipos de aprendizaje, la influencia de la dopamina, y proporcionaremos estrategias prácticas para apoyar a los niños en su desarrollo.
Dos formas de aprender: señal o recompensa
El aprendizaje infantil no es un proceso homogéneo. De hecho, existen dos maneras distintas en las que los cerebros pueden reaccionar ante señales asociadas a recompensas. Algunos niños se centran en la señal, mientras que otros dirigen su atención hacia el objetivo. Estos comportamientos se conocen como seguimiento de señales (sign tracking) y seguimiento de objetivos (goal tracking).
El seguimiento de señales implica una obsesión por la pista que indica que una recompensa está disponible. En cambio, el seguimiento de objetivos se refiere a la acción de dirigirse al lugar donde se encuentra la recompensa. Esta diferencia no es trivial, ya que está vinculada a procesos cerebrales diferentes que impactan en el aprendizaje y en la toma de decisiones.
La investigación liderada por la profesora Sara Morrison ha evidenciado que el comportamiento de sign tracking depende de la dopamina en áreas específicas del cerebro. Esta neurotransmisor juega un papel crucial en la anticipación y en la respuesta a recompensas, mostrando que los cerebros de los goal trackers pueden no verse tan afectados por los niveles de dopamina.
La dopamina, ese gran modulador
La dopamina es uno de los neurotransmisores más importantes en el cerebro, relacionado estrechamente con la motivación y la recompensa. En los experimentos realizados, los investigadores utilizaron una técnica conocida como optogenética, que permite manipular neuronas específicas mediante luz. Al inhibir la liberación de dopamina en ratas, se observó que estas no desarrollaban el comportamiento de sign tracking que se esperaba.
La investigadora Sara Morrison destacó que, cuando la dopamina fue restaurada, algunas ratas volvieron a mostrar signos de sign tracking. Esto sugiere que el comportamiento puede ser sensible a cambios en los niveles de dopamina, poniendo de relieve la importancia del contexto.
Además, este hallazgo indica que el aprendizaje no se basa solo en la cantidad de dopamina, sino en cómo se presenta la recompensa. Por lo tanto, el cerebro evalúa las señales y ajusta su aprendizaje según la disponibilidad de dopamina en cada momento.
Aplicaciones en la infancia: cuando la señal engancha
En el contexto infantil, las diferencias en el estilo de aprendizaje pueden manifestarse de formas muy concretas. Por ejemplo, un niño que insiste en escuchar una canción específica antes de comer, aunque ya no reciba un premio a cambio, puede estar demostrando un comportamiento de sign tracking.
Este tipo de aprendizaje puede volverse problemático. Los niños que siguen señales tienden a tener un interés persistente en estímulos que ya no ofrecen recompensas. Por ejemplo, pueden seguir buscando un dulce en una bolsa vacía o insistir en jugar con una app que ha dejado de funcionar.
Entender que estas conductas no son simplemente caprichos o desobediencia, sino formas distintas de aprendizaje, puede ser útil para los padres. Esto abre la puerta a nuevos enfoques en la crianza y en la educación, ayudando a ofrecer un acompañamiento emocional más efectivo.
Riesgos asociados: impulsividad y toma de decisiones
El sign tracking no solo implica una forma particular de aprender, sino que también puede estar relacionado con conductas de riesgo. Estudios han demostrado que los niños que responden de manera intensa a señales pueden ser más susceptibles a la impulsividad y a la adicción.
Es crucial identificar estos patrones desde una edad temprana, ya que las decisiones impulsivas pueden tener un impacto significativo en la adolescencia. Los niños que muestran un fuerte sign tracking pueden ser más vulnerables a la estimulación excesiva que proporcionan las pantallas y otros estímulos inmediatos.
Por lo tanto, implementar intervenciones educativas y terapéuticas que ayuden a desacoplar la señal del placer inmediato puede ser beneficioso. Esto no significa eliminar recompensas, sino educar a los niños para que valoren el proceso en lugar de enfocarse solo en las señales.
Cómo ayudar desde casa y la escuela
Para ayudar a los niños a desarrollar un estilo de aprendizaje equilibrado, es esencial observar cómo responden a los estímulos relacionados con recompensas. Pregúntate: ¿insiste tu hijo en una canción que se toca antes de salir al parque, incluso cuando no van a salir? ¿Sigue buscando un juguete que ya no está allí?
Algunas estrategias útiles incluyen:
- Variar las señales asociadas a las recompensas para evitar que se conviertan en rígidas.
- Introducir tiempos de espera entre la señal y la recompensa para fomentar el autocontrol.
- Observar cómo reacciona el niño ante diferentes tipos de recompensas y ajustar las dinámicas según sus necesidades.
En el entorno escolar, los docentes pueden adaptar las dinámicas de aula a los estilos de aprendizaje predominantes. Fomentar la valoración de la meta más que la señal puede fortalecer habilidades emocionales y cognitivas que beneficien el desarrollo a largo plazo.
¿Cómo funciona el cerebro de un niño para aprender?
El cerebro de un niño es increíblemente plástico y adaptable, lo que le permite aprender de diversas formas. Este proceso está influenciado por factores como la experiencia, el entorno y las interacciones sociales. Los niños aprenden mejor en ambientes donde se sienten seguros y motivados.
Una buena forma de facilitar el aprendizaje es a través de experiencias prácticas y juegos, que fomentan la curiosidad y el interés. La interacción social también juega un papel importante, ya que los niños suelen aprender observando y replicando comportamientos de sus pares y adultos.
Referencias
- Herring, E., Morrison, S. (2025). Modulation of Dopamine Neurons Alters Behavior and Event Encoding in the Nucleus Accumbens during Pavlovian Conditioning. Journal of Neuroscience. DOI: 10.1523/JNEUROSCI.0512-25.2025.
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