La crianza de los niños es un viaje repleto de decisiones, desafíos y aprendizajes. Muchas veces, como padres, nos encontramos atrapados entre lo que creemos que es correcto y lo que realmente beneficia el desarrollo de nuestros hijos. Un reconocido psicólogo infantojuvenil, Javier de Haro Berrio, nos invita a reflexionar sobre ciertas prohibiciones que imponemos a los más pequeños y que, en realidad, podrían estar obstaculizando su crecimiento emocional y personal. A continuación, exploraremos cinco cosas que debemos reconsiderar a la hora de educar a nuestros hijos.
¿Qué cosas se les prohíben a los niños que debemos reconsiderar?
La tendencia a prohibir ciertas conductas en los niños proviene de un deseo legítimo de protegerlos. Sin embargo, esto puede tener efectos contraproducentes. El psicólogo Javier de Haro Berrio sugiere que hay aspectos esenciales de la vida infantil que no deberíamos coartar. A continuación, se presentan las cinco prohibiciones más comunes que se deben evitar:
- Decir "no": Permitirles expresar sus deseos y límites.
- Mostrar emociones: Fomentar la gestión emocional desde temprana edad.
- Desarrollo de la autonomía: Promover la independencia y la autoeficacia.
- Curiosidad innata: Estimular el deseo de aprender y explorar.
- Ser ellos mismos: Respetar su individualidad y esencia.
La importancia de permitir que los niños digan "no"
Una de las primeras cosas que el psicólogo menciona es la necesidad de que los niños puedan expresar sus preferencias y límites. Cuando un niño dice “no” a algo, ya sea un alimento, una actividad o una interacción, está ejercitando su derecho a decidir.
Este ejercicio de autonomía es crucial para su desarrollo, ya que les ayuda a:
- Defenderse en situaciones incómodas.
- Desarrollar su sentido de identidad.
- Aprender a tomar decisiones desde una edad temprana.
Por lo tanto, en lugar de rechazar sus "no", deberíamos alentarles a que los expresen de forma asertiva y respetuosa.
La expresión emocional: un derecho y una necesidad
La emoción es una parte inherente de la experiencia humana. Sin embargo, muchos adultos pueden caer en la trampa de minimizar las emociones de los niños, creyendo que deben ser "fuertes" o "no llorar". Javier de Haro sugiere que permitir a los niños mostrar sus emociones, ya sea tristeza, enojo o miedo, es fundamental para su desarrollo emocional.
Algunas razones por las que esto es importante incluyen:
- Ayuda a los niños a aprender a gestionar sus emociones.
- Fomenta la empatía y la comprensión hacia los demás.
- Permite una comunicación más abierta y honesta.
Así, en lugar de decir "no llores", podríamos optar por preguntas como "¿qué te hace sentir así?" para ayudarles a procesar sus emociones.
Fomentando la autonomía personal
El desarrollo de la autonomía es un aspecto crítico en la crianza. Javier de Haro señala que muchas veces, los padres caen en la trampa de hacer las cosas por sus hijos, bajo la premisa de que es más rápido o conveniente. Sin embargo, esto puede limitar su capacidad para enfrentar desafíos y resolver problemas por sí mismos.
Algunas acciones que podemos permitir a los niños para fomentar su autonomía incluyen:
- Permitirles vestirse solos.
- Dejar que experimenten con la comida en la mesa.
- Fomentar que resuelvan conflictos con sus pares.
Estas experiencias no solo mejoran su autoestima, sino que también les enseñan a afrontar obstáculos y a sentirse competentes en sus habilidades.
El valor de la curiosidad innata
La curiosidad es una característica fundamental en la infancia. Javier de Haro enfatiza que permitir a los niños explorar su entorno y hacer preguntas es esencial para su desarrollo cognitivo. Esta curiosidad les prepara para enfrentar el mundo con una mente abierta y un deseo de aprender.
Los beneficios de fomentar la curiosidad incluyen:
- Desarrollo de habilidades de pensamiento crítico.
- Mayor capacidad para resolver problemas.
- Incremento en el deseo de aprender y explorar nuevos conocimientos.
Por ello, en lugar de restringir su curiosidad, deberíamos alentarlos a explorar, preguntar y descubrir.
No limitar su esencia personal
Finalmente, una de las recomendaciones más impactantes de Javier de Haro es no tratar de moldear a los niños a nuestra imagen o deseos. Cada niño es único y tiene su propia personalidad, intereses y ritmos. Al intentar forzarlos a ser de una manera que no se alinea con su esencia, podríamos estar dañando su autoestima y desarrollo personal.
Para apoyar su individualidad, consideremos lo siguiente:
- Escuchar y respetar sus opiniones, incluso si difieren de las nuestras.
- Fomentar sus intereses, aunque no correspondan a los nuestros.
- Proporcionar un ambiente seguro donde puedan ser auténticos.
Recordemos que al permitirles ser quienes son, les estamos dando las herramientas para convertirse en adultos seguros y felices.
Para profundizar en este tema, puedes ver el siguiente video que explora la importancia de no dañar la autoestima de nuestros hijos:
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