Cómo activar la oxitocina en el hombre
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La oxitocina puede, por ejemplo, inducir el bienestar mediante la estimulación de la liberación de dopamina en el núcleo accumbens (NA) (Insel, 2003), aumentar la interacción social y disminuir la ansiedad mediante acciones en la amígdala (Amico et al., 2004), disminuye las reacciones de estrés mediante acciones en el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (eje HPA) (Petersson et al., 1999b; Neumann, 2002) y mediante la disminución de la liberación noradrenérgica en el locus coeruleus (LC) (Petersson et al., 1998b) y el nucleus tractus solitarius (NTS) (Petersson et al., 2005a). La oxitocina también puede disminuir la sensibilidad al dolor al aumentar la actividad opioidérgica en el gris periacueductal (PAG) (Lund et al., 2002). La oxitocina también modula la actividad serotoninérgica (Yoshida et al., 2009).
Todos estos “comportamientos interactivos” generan bienestar y reducen los niveles de estrés. Al estar implicada la oxitocina, se puede desarrollar un vínculo con la fuente de la interacción. Además, la liberación de oxitocina causada por los procedimientos interactivos descritos anteriormente estimulará los mecanismos relacionados con la restauración y la curación y, por lo tanto, en una perspectiva más a largo plazo, contribuirán a un mejor perfil de salud y a la longevidad. Para la mayoría de las personas, los comportamientos autocalmantes mencionados anteriormente forman parte de la vida cotidiana normal y contribuyen al bienestar y la relajación. Sin embargo, cada vez está más claro que algunas personas “abusan” de algunos de estos comportamientos de autocalentamiento. Hay muchas razones para la necesidad de tal “sobredosis”, pero los individuos que carecen de relaciones sociales positivas o tienen una función baja en su sistema de oxitocina, por ejemplo, los que tienen trastornos de apego, pueden necesitar usar uno o varios de los comportamientos autocalmantes mencionados más que otros para restaurar su función de oxitocina y sentirse bien y relajados. En algunos individuos el “uso excesivo” puede alcanzar niveles abusivos.
Hormona del abrazo
Puede que quieras dejar de salir a cenar y al cine. Según un nuevo estudio, un tipo diferente de cita nocturna puede acercar a las parejas. La investigación, publicada recientemente en la revista Journal of Marriage and Family, identificó actividades que desencadenan la liberación de oxitocina, la llamada hormona de la unión, cuando las parejas las realizan juntas: pintar y jugar a juegos de mesa. “La oxitocina se conoce como la hormona del abrazo -la hormona del amor- y eso es porque se asocia con el vínculo romántico. No se libera a lo largo del día; sólo se libera cuando la estimulamos”, dice la coautora del estudio, Karen Melton, profesora adjunta de ciencias de la familia y del consumidor en la Universidad de Baylor. “Ahora sabemos que participar en actividades recreativas sí libera oxitocina”.
En el estudio participaron 20 parejas casadas o que convivían. Todas ellas rellenaron una encuesta de una hora de duración sobre la vida familiar, cuyo objetivo era provocar la liberación de oxitocina. Investigaciones anteriores han descubierto que incluso pensar en la pareja puede activar la producción de la hormona, y también lo hizo en este caso. A continuación, los investigadores asignaron al azar a la mitad de las parejas para que jugaran a un juego de mesa conocido durante una hora, mientras que las otras asistían a una clase de pintura. Los investigadores recogieron muestras de orina después de la encuesta y de la actividad para medir los cambios en los niveles de oxitocina.
La hormona de la felicidad
En niveles normales, la oxitocina estimula un leve deseo de contacto con la pareja. Sin embargo, ser tocado puede provocar un aumento de los niveles de oxitocina. Este aumento de los niveles de oxitocina provoca una cascada de reacciones en el organismo, incluida la liberación de endorfinas y testosterona, que da lugar a una excitación tanto biológica como psicológica. Con el tiempo, los nervios de las zonas erógenas se sensibilizan y el contacto continuado hace que se libere aún más oxitocina. A partir de ahí, la excitación continúa su ascenso.
La oxitocina también desencadena potentes orgasmos al hacer que los nervios genitales se disparen espontáneamente. Durante el orgasmo, los niveles de oxitocina masculina se quintuplican. Pero esto no es nada comparado con los niveles de oxitocina femeninos. Las mujeres necesitan mucha oxitocina para llegar al orgasmo; por eso, en el momento de máxima excitación sexual, los niveles de oxitocina de una mujer son estratosféricos.
Sin embargo, este no es el caso de todas las mujeres. Algunas mujeres necesitan un poco de ayuda en este aspecto. Para estas mujeres, tomar un poco de oxitocina antes del sexo, o una pequeña dosis diaria, puede suponer una gran diferencia. Incluso las mujeres que no tienen problemas para llegar al orgasmo tendrán una experiencia más intensa con un poco de oxitocina adicional.
La dieta de la oxitocina
Es posible que ya haya oído hablar de la oxitocina, a la que la gente ha llamado la hormona del amor, la hormona del abrazo o incluso la molécula moral. Esto se debe a que la oxitocina ha estado en los titulares, ganando la reputación de hacer que la gente sea más confiada, generosa e incluso más enamorada. Es un neuropéptido, lo que significa que es una molécula parecida a una proteína que las células del cerebro utilizan para comunicarse entre sí. La oxitocina también es una hormona, lo que significa que el cerebro la libera en el torrente sanguíneo para comunicarse con el cuerpo.
Está claro que esta pequeña sustancia química del cerebro desempeña una gran función: participa en el sexo, el parto, la creación de vínculos, la interacción social, las emociones y muchas otras funciones importantes para nosotros, los mamíferos. Nuestro cerebro la produce de forma natural, pero también existe la oxitocina sintética que a veces se utiliza con fines terapéuticos.
En cualquier caso, la oxitocina no sólo nos empuja hacia un comportamiento más prosocial, sino que también puede jugar con nuestra mente. Veamos algunas de las formas en que esta complicada sustancia química del cerebro afecta a la forma en que nos sentimos y actuamos, y cómo podemos inducir al cerebro a liberar más cantidad para obtener esos sentimientos cálidos y difusos: