El despido es una situación que puede generar un gran impacto emocional y económico en la vida de una persona. Cuando se trata de un despido en el marco de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), toda la situación se vuelve aún más complicada. Un ERE es un proceso legal que permite a una empresa despedir a un grupo de trabajadores en situaciones de crisis. La incertidumbre, el miedo a perder el empleo y las dudas sobre los derechos y las indemnizaciones pueden generar una gran ansiedad. En este artículo, vamos a profundizar en qué es un ERE, los diferentes tipos de ERE, las causas que pueden llevar a él y los derechos y prestaciones económicas a los que tienen derecho los trabajadores despedidos. Si te encuentras en esta situación, sigue leyendo para descubrir cuánto dinero te corresponde y cómo puedes hacer frente a esta difícil situación.
¿Qué es un Expediente de Regulación de Empleo (ERE)?
Un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) es un procedimiento legal que permite a las empresas realizar despidos colectivos de manera justificada. Es una medida excepcional que se emplea en situaciones de crisis, como una disminución de la actividad empresarial, una reestructuración interna o dificultades económicas. El objetivo principal de un ERE es preservar la viabilidad de la empresa y garantizar su supervivencia a largo plazo.
Este proceso se rige por la legislación laboral y está sujeto a ciertos requisitos y procedimientos. Antes de llevar a cabo un ERE, la empresa debe negociar con los representantes de los trabajadores, intentando llegar a un acuerdo que minimice el impacto en los empleados. Una vez concluida esta negociación, la empresa debe presentar el ERE ante la autoridad laboral competente para obtener su aprobación.
Tipos de ERE: extinción, suspensión y reducción
Existen diferentes tipos de ERE, de acuerdo a la medida que se tome con los trabajadores afectados. Los principales tipos de ERE son los siguientes:
- ERE de extinción: En este caso, la empresa decide poner fin al contrato de trabajo de manera definitiva. Es el tipo de ERE más desfavorable para los trabajadores, ya que significa la pérdida total del empleo.
- ERE de suspensión: En este caso, la empresa decide suspender temporalmente el contrato de trabajo de los trabajadores afectados. Durante este período, los empleados no trabajan y no perciben su salario, pero mantienen su vínculo laboral con la empresa.
- ERE de reducción: En este caso, la empresa reduce la jornada laboral o el número de horas trabajadas, lo que supone una disminución proporcional del salario.
Cada uno de estos tipos de ERE tiene diferentes implicaciones para los trabajadores afectados, tanto en términos económicos como en sus condiciones laborales. Es importante tener en cuenta qué tipo de ERE se está llevando a cabo para poder reclamar los derechos correspondientes.
Causas que pueden llevar a un ERE
Las causas que pueden llevar a un ERE son diversas y pueden variar de una empresa a otra. Algunas de las causas más comunes son las siguientes:
- Caída de la demanda: Si la empresa experimenta una disminución significativa en la demanda de sus productos o servicios, puede verse obligada a reducir su plantilla para adaptarse a la nueva realidad económica.
- Problemas financieros: Si la empresa tiene problemas financieros y no puede mantener su actividad de manera sostenible, puede verse obligada a tomar medidas drásticas, como despidos colectivos, para sobrevivir.
- Reestructuración interna: Si la empresa necesita realizar cambios en su estructura organizativa o en sus procesos de producción para mejorar su eficiencia, puede llevar a cabo un ERE para ajustar su plantilla a la nueva situación.
- Cierre de negocio: Si la empresa decide cerrar su actividad en su totalidad, puede llevar a cabo un ERE de extinción para despedir a todos sus trabajadores.
Estas son solo algunas de las causas más comunes que pueden llevar a un ERE. Cada situación es única y requiere un análisis detallado para determinar si se cumplen los requisitos para llevar a cabo un ERE.
Indemnización por despido en caso de ERE
En caso de despido justificado en el marco de un ERE, los trabajadores tienen derecho a recibir una indemnización por despido. Esta indemnización se calcula en base al tiempo de servicio y el salario del trabajador.
La legislación laboral establece la indemnización mínima que corresponde a cada trabajador despedido. En términos generales, se establece una indemnización de 20 días de salario por cada año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades. Sin embargo, tanto la legislación como los convenios colectivos pueden establecer indemnizaciones superiores a estas mínimas.
Es importante tener en cuenta que, en casos de despido improcedente, la empresa puede optar por readmitir al trabajador en lugar de pagarle una indemnización. En este caso, el trabajador tiene derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo y a percibir los salarios que no haya percibido durante el período de tiempo en el que estuvo despedido.
En cualquier caso, es recomendable revisar el convenio colectivo aplicable y consultar a un abogado laboralista para asegurarse de que se están recibiendo las indemnizaciones correspondientes en casos de despido en el marco de un ERE.
Plan de recolocación en casos de despido colectivo
En casos de despido colectivo, es decir, cuando la empresa realiza un ERE que afecta a un número significativo de trabajadores, la empresa está obligada a ofrecer un plan de recolocación a los trabajadores afectados. Este plan de recolocación puede incluir medidas como la formación profesional, la búsqueda activa de empleo, la orientación laboral y la intermediación en el mercado laboral.
El objetivo de este plan de recolocación es ayudar a los trabajadores despedidos a encontrar un nuevo empleo lo antes posible y minimizar el impacto negativo del despido en su vida laboral y personal. Este plan de recolocación puede ser coordinado por la empresa o a través de entidades especializadas en la materia.
Es importante estar informado sobre los derechos y las medidas de apoyo que ofrece el plan de recolocación para poder aprovechar al máximo esta oportunidad y facilitar la transición hacia un nuevo empleo.
Prestación por desempleo para trabajadores despedidos
Los trabajadores despedidos en el marco de un ERE tienen derecho a solicitar la prestación por desempleo, siempre que cumplan con los requisitos establecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Esta prestación por desempleo es una ayuda económica que se concede a los trabajadores que han perdido su empleo de manera involuntaria y que se encuentran en situación de desempleo. La cuantía de esta prestación depende de la base reguladora, que se calcula en función de las cotizaciones realizadas durante el tiempo de trabajo. Existen diferentes tramos en función del tiempo de cotización y se establecen topes máximos y mínimos de prestación.
Es necesario presentar la solicitud de prestación por desempleo dentro de los 15 días hábiles siguientes al despido. Es importante tener en cuenta que el no realizar la solicitud dentro de este plazo puede implicar la pérdida de la prestación por desempleo.
Es recomendable ponerse en contacto con el SEPE para obtener información detallada sobre los requisitos y procedimientos para solicitar esta prestación por desempleo.
En casos específicos, como el de empresas que se encuentran en procesos concursales, es posible que se establezca la obligación de suscribir un convenio especial con la Seguridad Social o realizar aportaciones económicas al Tesoro Público.
El convenio especial de la Seguridad Social es un acuerdo que permite mantener la protección social de los trabajadores despedidos, siempre y cuando se realicen las aportaciones económicas correspondientes. A través de este convenio especial, los trabajadores pueden mantener su acceso a la asistencia sanitaria y a la pensión de jubilación.
Por otro lado, en casos en los que la empresa no puede hacer frente a las indemnizaciones correspondientes, se establece la obligación de realizar aportaciones económicas al Tesoro Público. Estas aportaciones se utilizarán para cubrir las indemnizaciones de los trabajadores despedidos.
Es importante tener en cuenta que estas situaciones son excepcionales y no aplican a todos los casos de despido en el marco de un ERE. Es recomendable consultar a un abogado laboralista para determinar si se cumplen los requisitos para acogerse a un convenio especial o realizar aportaciones económicas al Tesoro Público.
Conclusión
Un despido en el marco de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puede ser una situación complicada y llena de incertidumbre. Sin embargo, es importante conocer los derechos y las prestaciones económicas a los que los trabajadores despedidos tienen derecho.
En caso de despido en un ERE, es fundamental tener en cuenta el tipo de ERE que se está llevando a cabo, ya que esto determinará la indemnización a la que se tiene derecho. Además, es importante informarse sobre el plan de recolocación ofrecido por la empresa y aprovechar al máximo este apoyo para facilitar la búsqueda de un nuevo empleo.
Asimismo, es recomendable solicitar la prestación por desempleo dentro del plazo establecido y estar informado sobre los requisitos y procedimientos para obtener esta ayuda económica.
En casos específicos, como empresas en procesos concursales, es posible que se establezca la obligación de suscribir un convenio especial de la Seguridad Social o realizar aportaciones económicas al Tesoro Público. En estos casos, es recomendable consultar a un abogado laboralista para determinar si se cumplen los requisitos para acogerse a estas medidas adicionales.
Aunque un despido en un ERE puede ser una situación difícil, es posible hacer frente a ella de manera informada y con los derechos y prestaciones económicas correspondientes. No dudes en buscar asesoramiento legal para resolver tus dudas y tomar las mejores decisiones para tu futuro laboral.
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