La crianza de los hijos es un tema que despierta pasiones, dudas y debates en el ámbito familiar. Las decisiones que toman los padres están a menudo influenciadas por teorías, estudios y experiencias propias. Sin embargo, uno de los referentes en este campo, el pediatra y divulgador Carlos González, ha alzado la voz en contra de un hábito común que considera perjudicial: la necesidad de justificar cada acción de crianza basándose en supuestas consecuencias futuras. Vamos a explorar su perspectiva y qué implica realmente criar desde el respeto sin la presión de predicciones.
Un enfoque crítico sobre las justificaciones en la crianza
La crianza a menudo se encuentra marcada por el deseo de los padres de hacer lo correcto. Sin embargo, este deseo puede llevar a una sobreanálisis de las decisiones cotidianas. Carlos González ha señalado que en la actualidad los padres se sienten obligados a justificar cada acción con argumentos que, aunque bien intencionados, pueden no tener un fundamento real.
González critica cómo las decisiones en torno a la crianza, como la lactancia, el sueño y el apego, se ven influenciadas por predicciones sobre consecuencias en el futuro. Por ejemplo, se suele escuchar:
- “Si le das el pecho, tendrá menos alergias” versus “Si le das el pecho, se quedará enmadrado”.
- “Si duerme en tu cama, no sabrá dormir solo” frente a “Si duerme en tu cama, será más seguro de sí mismo”.
Este tipo de afirmaciones, aunque populares, pueden crear una carga innecesaria sobre los padres, quienes a menudo se sienten culpables si no cumplen con estándares que ni siquiera están probados científicamente.
El pediatra cuestiona la validez de estas justificaciones al afirmar que, en el largo plazo, muchos de estos factores no son determinantes en el desarrollo de una persona. Su argumento es claro: “A menudo, no se pueden distinguir los resultados de la crianza de un niño por la forma en que se le alimentó o se le permitió dormir”. Esto pone de relieve la necesidad de observar más allá de los mitos y las especulaciones.
Las consecuencias de la crianza basada en predicciones
La perspectiva de Carlos González no se limita a criticar. También invita a los padres a reflexionar sobre cómo estas justificaciones pueden afectar su relación con sus hijos. Al centrarse en lo que podría pasar en el futuro, se corre el riesgo de perder de vista lo que está sucediendo en el presente. Esto puede resultar en:
- Estrés y ansiedad: Los padres pueden sentirse abrumados por la presión de “hacerlo bien” según estándares que pueden no ser aplicables.
- Desconexión emocional: La preocupación por el futuro puede alejar a los padres de momentos significativos en la vida de sus hijos.
- Decisiones basadas en miedo: Al enfocarse en posibles traumas o problemas futuros, las decisiones pueden estar motivadas por el miedo en lugar de la empatía.
Por tanto, la invitación de González se centra en practicar una crianza basada en el respeto y la dignidad, en lugar de en teorías que pueden ser erradas o exageradas. Reconocer que cada niño es único y que las experiencias compartidas en la crianza deben ser valoradas por su propia valía y no por su capacidad de predecir futuros comportamientos es fundamental.
Criar desde el respeto, sin necesidad de predicciones
La visión de Carlos González se alinea con enfoques de crianza respetuosa que destacan la importancia de atender las necesidades emocionales y físicas de los niños en el presente. Esta filosofía se basa en principios de respeto y empatía, donde el bienestar del niño es la prioridad, sin las presiones de justificar cada acción por su posible impacto futuro.
Entre los principios de la crianza respetuosa se encuentran:
- Atención a las necesidades actuales: Escuchar y responder a lo que el niño necesita en cada momento.
- Fomento de la autonomía: Permitir que los niños exploren y aprendan a su propio ritmo.
- Entorno seguro: Crear un espacio donde los niños puedan desarrollarse sin temor al juicio o la culpa.
González enfatiza que, en lugar de preocuparnos por lo que podría pasar si “hacemos esto o aquello”, debemos concentrarnos en actuar con coherencia y respeto en el presente. Esto implica evitar la violencia, ya sea verbal o física, y ofrecer un acompañamiento significativo que promueva la confianza y la seguridad emocional.
En este sentido, las enseñanzas de Carlos González pueden ser un faro para muchos padres que buscan un enfoque más saludable y menos estresante en la crianza. Su mensaje sugiere que la crianza no debería ser una lista de reglas rígidas o una serie de justificaciones, sino una experiencia humana rica en amor, comprensión y respeto.
Para ilustrar mejor su enfoque, González se presenta en un video en el que aborda con humor y claridad algunos de los mitos más comunes en la crianza. Este tipo de contenido no solo es entretenido, sino que también proporciona una perspectiva refrescante sobre cómo criar a los hijos sin estar atados a temores sobre el futuro.
El testimonio de Carlos González es un recordatorio de que la crianza debe ser un viaje compartido, donde el amor y el respeto son el eje central, más allá de las teorías y expectativas impuestas por la sociedad. Al final del día, lo que realmente importa son los momentos que compartimos con nuestros hijos y cómo les enseñamos a ser seres humanos íntegros y seguros de sí mismos.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a El hábito de crianza que incomoda al pediatra Carlos González puedes visitar la categoría Cuidado y desarrollo del bebé.
