La crianza de los hijos es una de las tareas más desafiantes y gratificantes que pueden asumir los padres. En un mundo donde la autoestima y la inteligencia emocional son fundamentales para el desarrollo de los niños, surge la pregunta: ¿cómo pueden los padres fomentar estas cualidades? La experta en crianza consciente, Reem Raouda, ha estudiado a más de 200 niños y ha identificado hábitos clave que tienen en común los padres de aquellos con alta autoestima. A continuación, exploraremos estas estrategias.
Las siete estrategias de los padres de los niños con la autoestima alta
Reem Raouda, fundadora de Power Struggles No More, ha trabajado con numerosos padres y ha observado patrones comunes en aquellos que crían a niños emocionalmente saludables. Según sus investigaciones, estos hábitos son fundamentales para cultivar una autoestima alta en los menores.
Comprendieron el poder del silencio
Uno de los primeros hábitos que destaca Raouda es la capacidad de los padres para ofrecer silencio a sus hijos. Este silencio no debe ser visto como una ausencia de comunicación, sino como un espacio donde los niños pueden procesar sus emociones y reflexionar.
- Permitir momentos de silencio ayuda a los niños a gestionar sus emociones.
- El silencio puede ser un consuelo que les permite explorar sus pensamientos internos.
- Los padres deben aprender a aceptar y valorar estos momentos de reflexión.
Nombraron emociones temprano y con frecuencia
La expresión emocional es crucial para el desarrollo de la inteligencia emocional. Raouda enfatiza que los padres deben verbalizar sus propias emociones y fomentar que sus hijos hagan lo mismo.
- Compartir sentimientos muestra a los niños que es natural hablar sobre emociones.
- Esto les proporciona las herramientas para expresar sus propias experiencias emocionales.
- Los niños que aprenden a nombrar sus emociones tienden a ser más empáticos y conscientes de los sentimientos ajenos.
Se disculparon con su hijo
El perdón es un componente esencial en las relaciones familiares. Raouda menciona que los padres que se disculpan con sus hijos muestran que los errores son parte del aprendizaje.
- Las disculpas enseñan a los niños sobre la responsabilidad y la humildad.
- Este acto genera confianza y respeto mutuo, fortaleciendo la relación familiar.
- Los niños aprenden que todos pueden cometer errores y que lo importante es asumirlos.
No forzaron el 'por favor', 'gracias' o 'lo siento'
La crianza basada en el respeto mutuo es fundamental. Raouda argumenta que los padres no deben imponer la cortesía, sino modelarla.
- Los niños aprenden observando el comportamiento de sus padres.
- Cuando los padres dicen 'gracias' o 'por favor' sin presionar, los niños internalizan estas costumbres.
- Este enfoque promueve un sentido genuino de gratitud y respeto.
No desestimaron las pequeñas preocupaciones
Los pequeños problemas de los niños, aunque puedan parecer triviales para los adultos, son muy significativos para ellos. Raouda sostiene que los padres deben validar estas preocupaciones.
- Escuchar y tomar en serio las preocupaciones de los hijos fomenta la autoestima.
- Al validar sus sentimientos, los padres enseñan a los niños que sus emociones son importantes.
- Esto ayuda a construir una base emocional sólida y un sentido de seguridad.
No siempre ofrecieron soluciones
Raouda sugiere que los padres deben permitir que sus hijos encuentren sus propias soluciones. Esto no solo fomenta la autonomía, sino que también desarrolla habilidades de resolución de problemas.
- Los niños que toman decisiones desarrollan confianza en sí mismos.
- Este enfoque les ayuda a convertirse en pensadores críticos.
- Fomentar la autonomía es esencial para su crecimiento emocional.
Abrazaron el aburrimiento
Por último, Raouda señala que el aburrimiento no es un enemigo, sino una oportunidad para el desarrollo. Un niño que se aburre a veces puede encontrar su propia creatividad.
- El aburrimiento les ayuda a aprender a autorregularse y a explorar su imaginación.
- Esta experiencia fomenta habilidades para resolver problemas y fomenta la creatividad.
- Los niños que se sienten cómodos con el aburrimiento pueden disfrutar de periodos de tranquilidad y reflexión.
En la crianza, Raouda destaca que lo más importante es construir relaciones basadas en el respeto y la confianza. La inteligencia emocional empieza cuando los niños se sienten seguros, valorados y comprendidos. Este enfoque no solo beneficia a los niños en su desarrollo emocional, sino que también fortalece el vínculo familiar, creando un entorno propicio para el crecimiento personal y social.
Para aquellos interesados en profundizar más en la crianza emocionalmente saludable, recomendamos el siguiente video que explora más sobre cómo establecer límites en la crianza:
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