Hábitos de crianza que afectan la confianza infantil según Álvaro Bilbao

Todos los padres desean lo mejor para sus hijos, pero a veces, en el afán de protegerlos y guiarlos, pueden caer en hábitos que, sin querer, socavan la confianza de los pequeños. La crianza consciente, que combina amor con límites, se convierte en una herramienta fundamental para el desarrollo emocional saludable de los niños. A continuación, exploraremos prácticas comunes que deben evitarse, basadas en las ideas del neuropsicólogo Álvaro Bilbao.

La crianza no solo significa guiar a los niños, sino también entender sus emociones y brindarles el espacio necesario para crecer. A través de una serie de hábitos cotidianos, es posible cultivar un ambiente que fomente la confianza y la resiliencia. Aquí te presentamos algunas claves que pueden ayudarte a ser un padre o madre más consciente y respetuoso.

Índice de contenidos
  1. Permitirles sentir emociones negativas
  2. Corregir en privado para fortalecer la autoestima
  3. Evitar las comparaciones con otros
  4. Valorar a los niños por quienes son, no solo por lo que logran
  5. Abordar conversaciones difíciles con empatía
  6. No sobrecargarles con responsabilidades de adultos

Permitirles sentir emociones negativas

Las emociones como la tristeza, el enfado o la frustración son parte integral del desarrollo emocional infantil. Cuando intervenimos cada vez que nuestros hijos se enfrentan a estas emociones, podemos enviar mensajes contraproducentes. Según Álvaro Bilbao, esto implica que:

  • El niño puede aprender que no está bien sentirse mal.
  • Se le indica que no confiamos en su capacidad para gestionar sus propias emociones.

En lugar de tratar de resolver sus problemas inmediatamente, es crucial acompañarles en estos momentos difíciles. La presencia de un adulto comprensivo permite que los niños desarrollen resiliencia y aprendan a manejar sus propios sentimientos.

Corregir en privado para fortalecer la autoestima

Corregir a un niño en público puede parecer una medida necesaria en ciertos momentos, pero puede tener un impacto negativo en su autoestima. Frases como “no hagas eso” o “estás haciendo el ridículo” pueden generar sentimientos de vergüenza. Para evitar esto, es mejor:

  • Corregir en un entorno privado.
  • Usar un tono respetuoso y comprensivo.
  • Explicar que todos cometemos errores y que eso es parte del aprendizaje.
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Este enfoque ayuda a los niños a entender que pueden equivocarse sin perder el apoyo y el amor de sus padres.

Evitar las comparaciones con otros

Comparar a los hijos con sus hermanos o compañeros puede parecer una forma de motivación, pero en realidad puede ser devastador para su autoestima. Comentarios como “mira cómo lo hace tu hermana” pueden llevar al niño a sentir que no es suficiente. En su lugar, es mejor:

  • Reconocer y celebrar los logros individuales.
  • Fomentar el crecimiento personal sin comparaciones.
  • Enfocarse en el proceso y en los avances personales de cada niño.

Esto ayuda a construir una confianza sólida, basada en el reconocimiento de sus esfuerzos y logros individuales.

Valorar a los niños por quienes son, no solo por lo que logran

Es natural celebrar los éxitos de los niños, como buenas calificaciones o logros deportivos. Sin embargo, si solo les valoramos por sus logros, corremos el riesgo de que se sientan inseguros en su valía personal. Es fundamental que los niños sepan que son valiosos por:

  • Su curiosidad y deseos de aprender.
  • Su capacidad de empatizar y conectar con los demás.
  • Su esfuerzo y dedicación, independientemente del resultado.

Al reconocer su valor intrínseco, los niños desarrollan una autoestima más robusta que va más allá de los éxitos visibles.

Abordar conversaciones difíciles con empatía

Evitar conversaciones complicadas sobre temas como el uso de tecnología, la sexualidad o la alimentación puede parecer más cómodo, pero es esencial abordar estos temas con claridad. Álvaro Bilbao sugiere que:

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  • Hablar con honestidad y respeto fortalece el vínculo entre padres e hijos.
  • Los niños necesitan adultos que no esquiven la realidad, sino que la enfrenten con empatía.
  • Estas conversaciones les proporcionan un mapa emocional que les ayuda a navegar por la vida.

La comunicación abierta les permite a los niños sentirse seguros y comprendidos, lo que es clave para su desarrollo emocional.

No sobrecargarles con responsabilidades de adultos

En ocasiones, los niños se convierten en confidentes de los problemas de los adultos, lo que no solo es injusto, sino que también puede afectar su desarrollo emocional. Esperar que un niño maneje conflictos de pareja o emociones complejas es una carga excesiva. En lugar de esto, es importante:

  • Permitirles expresar sus emociones libremente.
  • No hacerles responsables de la gestión emocional de los adultos.
  • Dejar que vivan su infancia plenamente, con espacio para ser ellos mismos.

Esta libertad es fundamental para su desarrollo y les permite crecer en un entorno seguro y amoroso.

Es fundamental que los padres se conviertan en aliados en el proceso de crecimiento emocional de sus hijos. Reconocer los hábitos que pueden ser dañinos es un primer paso hacia una crianza más consciente y efectiva. Criar con amor implica también aprender y adaptarse, corrigiendo nuestros errores sin culpa y buscando siempre lo mejor para nuestros pequeños.

Para profundizar en el desarrollo emocional de los niños, te recomendamos el siguiente video del Dr. Álvaro Bilbao, donde aborda diversos aspectos sobre cómo cuidar la salud mental de los más jóvenes:

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