El desarrollo infantil es un proceso fascinante y complejo que ha sido objeto de estudio y debate durante décadas. En particular, uno de los hitos más esperados y celebrados por los padres es cuando su bebé comienza a caminar. Un nuevo estudio ha revelado que la genética juega un papel fundamental en este proceso, lo que podría cambiar la forma en que entendemos y apoyamos el desarrollo motor de los niños.
Este descubrimiento no solo ofrece una perspectiva renovada sobre cuándo y por qué los bebés comienzan a caminar, sino que también sugiere posibles conexiones con el desarrollo neurológico a lo largo de la vida. A continuación, exploraremos en profundidad los hallazgos de este estudio y su relevancia para la crianza y el seguimiento pediátrico.
- Un hallazgo muy relevante en la genética del desarrollo
- Implicaciones para la crianza y el seguimiento pediátrico
- ¿Cuáles son las etapas o hitos de la caminata infantil?
- ¿Cuáles son los hitos del desarrollo infantil relacionados con la marcha?
- ¿Por qué algunos bebés caminan antes que otros?
- Referencias
Un hallazgo muy relevante en la genética del desarrollo
El estudio en cuestión, publicado en la revista Nature Human Behaviour, ha sido liderado por la psicóloga Angelica Ronald de la University of Surrey. Este ambicioso proyecto analizó el genoma completo de 70,560 niños europeos, procedentes de diversas cohortes, para identificar qué variantes genéticas están relacionadas con la edad en que los bebés comienzan a caminar.
Los investigadores desvelaron 11 regiones genéticas que influyen significativamente en este hito del desarrollo. Entre estos, el gen RBL2 destaca por estar relacionado con el desarrollo cerebral. Además, se encontró que aproximadamente el 24% de las diferencias en la edad de inicio de la marcha pueden atribuirse a factores genéticos. Este hallazgo subraya un fenómeno conocido como “heredabilidad poligénica”, donde múltiples genes contribuyen a características específicas.
Para medir y predecir cuándo caminaría un bebé, los investigadores desarrollaron una puntuación genética predictiva (polygenic score). Este enfoque permite anticipar, con un pequeño margen de error, la edad de inicio de la marcha, abriendo nuevas posibilidades para entender el desarrollo infantil.
Implicaciones para la crianza y el seguimiento pediátrico
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que caminar más tarde está asociado genéticamente con un menor riesgo de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y una mayor probabilidad de lograr buenos resultados académicos en la vida adulta. Esto sugiere que algunos bebés que comienzan a caminar más tarde pueden tener ventajas en su desarrollo cognitivo, aunque esta no sea una regla general.
Además, se observó una correlación positiva entre el inicio tardío de la marcha y una mayor complejidad en la estructura cerebral. Esto incluye un mayor número de pliegues corticales, especialmente en áreas críticas para la función motora. Este descubrimiento indica que el cerebro de estos niños podría desarrollarse de manera diferente, lo que podría tener implicaciones para su aprendizaje y desarrollo a largo plazo.
Por lo tanto, este estudio no solo desafía la creencia común de que los bebés que caminan más tarde enfrentan problemas, sino que también destaca que existe una amplia variabilidad genética que puede influir en el desarrollo motor. La cronología de estos hitos no es únicamente un indicador de salud o desarrollo sino que también está influenciada por factores genéticos que no siempre son evidentes.
Las implicaciones de estos hallazgos son significativas para la pediatría y la salud pública. Aunque es esencial remitir a especialistas si un niño no ha comenzado a caminar a los 18 meses, comprender que hay una base genética puede ayudar a reducir la ansiedad de los padres y ajustar las expectativas sobre lo que es “normal” en el desarrollo infantil. Es importante recordar que cada niño se desarrolla a su propio ritmo.
¿Cuáles son las etapas o hitos de la caminata infantil?
El proceso de aprendizaje para caminar no ocurre de manera uniforme y puede dividirse en varias etapas. Estas etapas son esenciales para el desarrollo motor y cognitivo del niño:
- Desarrollo de la fuerza muscular: Antes de caminar, los bebés deben desarrollar la fuerza en sus piernas y brazos.
- Gateo: La mayoría de los bebés comienzan a gatear entre los 6 y 10 meses, lo que les ayuda a fortalecer los músculos necesarios para caminar.
- Levantarse: Entre los 9 y 12 meses, los bebés comienzan a levantarse apoyándose en muebles o en las manos de los padres.
- Primeros pasos: Muchos bebés dan sus primeros pasos entre los 10 y 15 meses, aunque esto puede variar considerablemente.
- Caminata estable: Alrededor de los 12 a 18 meses, la mayoría de los niños caminan con mayor seguridad.
¿Cuáles son los hitos del desarrollo infantil relacionados con la marcha?
Los hitos del desarrollo no solo se limitan al caminar. A continuación, se presentan otros hitos importantes que los bebés alcanzan en su primer año de vida:
- Control de cabeza: Sostener la cabeza erguida normalmente se logra entre los 3 y 4 meses.
- Sentarse: La mayoría de los bebés pueden sentarse sin apoyo alrededor de los 6 a 8 meses.
- Manipulación de objetos: Los bebés comienzan a agarrar y soltar objetos entre los 4 y 6 meses.
- Desarrollo del habla: Los primeros balbuceos son comunes alrededor de los 4 meses, y las palabras simples pueden surgir entre los 10 y 14 meses.
¿Por qué algunos bebés caminan antes que otros?
La variabilidad en el inicio de la marcha es algo común y puede atribuirse a diversos factores, incluidos:
- Genética: Como se mencionó anteriormente, la genética juega un papel crucial en la edad en la que un bebé comienza a caminar.
- Estimulación: Los entornos estimulantes pueden fomentar el desarrollo motor.
- Interacciones sociales: La motivación para caminar puede aumentar con la interacción con otros bebés o adultos.
- Salud y nutrición: Una buena nutrición y salud general son fundamentales para el desarrollo físico.
Estos factores se entrelazan para dar forma al camino único de cada bebé hacia la independencia motora, y es crucial reconocer que cada niño avanza a su propio ritmo.
Para aquellos interesados en profundizar más sobre el desarrollo infantil, un recurso interesante es el video titulado "Plasticidad cerebral y su impacto en el desarrollo infantil". Este material explora cómo el entorno y la genética interactúan para moldear el cerebro en desarrollo de un niño:
Referencias
- Anna Gui, Anja Hollowell, Emilie M. Wigdor, et al. Genome-wide association meta-analysis of age at onset of walking in over 70,000 infants of European ancestry. Nature Human Behaviour, 2025. DOI: 10.1038/s41562-025-02145-1
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