Las experiencias adversas en la infancia pueden dejar huellas profundas y duraderas. Un nuevo estudio en Escandinavia ha puesto en evidencia cómo estas vivencias pueden influir no solo en la vida de quienes las experimentan, sino también en la salud y el desarrollo de sus hijos. En este artículo, exploraremos los hallazgos clave de esta investigación y su relevancia para la crianza y el bienestar familiar.
El estudio escandinavo, publicado en febrero de 2025, se centra en la conexión entre el trauma infantil en las madres y el desarrollo de trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y el TEA (Trastorno del Espectro Autista), en sus hijos. Esta investigación no solo aporta datos sobre el impacto del trauma en la infancia, sino que también abre un debate sobre la importancia del contexto emocional de los padres en la crianza.
- Conexiones entre experiencias adversas maternas y trastornos del neurodesarrollo
- Detalles clave del estudio sobre diferencias entre madres y padres
- Implicaciones para la crianza y el bienestar familiar
- Recomendaciones prácticas para profesionales y familias
- Reflexiones sobre el impacto en políticas públicas
- Referencias
Conexiones entre experiencias adversas maternas y trastornos del neurodesarrollo
El estudio, realizado por el equipo del Gillberg Neuropsychiatry Centre de la Universidad de Gotemburgo, se basa en la idea de que las experiencias adversas de las madres no solo afectan su bienestar, sino que también pueden tener repercusiones en la salud de sus hijos. El análisis incluyó a 48 niños diagnosticados con TDAH o TEA y 123 progenitores, permitiendo una visión clara de la relación entre las experiencias de los padres y las dificultades de sus hijos.
Los investigadores recopilaron información sobre las experiencias adversas vividas por las madres antes de los 18 años, incluyendo:
- Maltrato físico o emocional
- Abuso sexual
- Niegación
- Disfunción familiar
Además, se evaluaron los síntomas de TDAH y TEA de los progenitores, así como los problemas emocionales y de conducta de sus hijos mediante cuestionarios estandarizados.
Detalles clave del estudio sobre diferencias entre madres y padres
Los hallazgos del estudio revelan diferencias significativas entre las experiencias adversas de madres y padres. En particular, las madres que habían experimentado múltiples adversidades en su infancia mostraron una mayor tendencia a tener hijos con problemas emocionales y de conducta. Este descubrimiento subraya la importancia de abordar el trauma materno en contextos clínicos.
Algunos de los hallazgos más relevantes del estudio incluyen:
- Las madres que habían vivido más ACEs, especialmente abuso emocional o sexual, tendían a tener hijos con mayores dificultades emocionales y sociales.
- Las ACEs maternas estaban asociadas con una mayor presencia de síntomas compatibles con TDAH o TEA en las propias madres.
- Se confirmó una continuidad intergeneracional en las ACEs, mostrando que los hijos de madres con puntuaciones altas reportaban más adversidades en su infancia.
Una observación interesante es que estas asociaciones no se encontraron en los padres, lo que podría reflejar una menor participación de los padres en el estudio o una subrepresentación de figuras paternas con antecedentes adversos graves.
Implicaciones para la crianza y el bienestar familiar
Los resultados de esta investigación ofrecen un cambio de perspectiva sobre cómo abordar la crianza en familias donde hay niños diagnosticados con TDAH o TEA. En lugar de centrar la atención únicamente en los síntomas del niño, es fundamental considerar el contexto emocional y las experiencias de los padres.
Los autores del estudio enfatizan que las experiencias adversas en la infancia no solo afectan a quienes las vivieron, sino que pueden influir en su estilo de crianza y en el bienestar emocional de sus hijos. Este enfoque invita a repensar la relación entre la historia personal de los adultos y el desarrollo de la siguiente generación.
Recomendaciones prácticas para profesionales y familias
Basándose en los hallazgos, los investigadores proponen varias recomendaciones que podrían mejorar la atención clínica y el apoyo a las familias:
- Incluir cribados de ACEs en las evaluaciones clínicas de niños con problemas del desarrollo.
- Formar a los profesionales en enfoques de atención centrados en el trauma, que consideren la perspectiva familiar.
- Fomentar espacios de acompañamiento psicológico para los padres, especialmente para las madres, como una vía preventiva para abordar el trauma.
Este enfoque no solo tiene el potencial de mejorar la salud emocional de las familias, sino que también podría contribuir a la reducción de riesgos en la infancia de la siguiente generación. Al comprender el impacto del entorno emocional y la historia de los padres, se pueden abrir nuevas vías para la prevención y el apoyo.
Reflexiones sobre el impacto en políticas públicas
Los hallazgos de este estudio también tienen implicaciones significativas en el ámbito de las políticas públicas. Es crucial que se consideren aspectos como:
- La inclusión de preguntas sobre antecedentes familiares en los protocolos escolares.
- El diseño de intervenciones en salud mental perinatal que contemplen el pasado emocional de los padres.
Al integrar estos elementos, se puede fomentar un entorno más saludable y comprensivo para las familias, ayudando a mitigar los efectos de las experiencias adversas en el desarrollo infantil.
Por último, es importante mencionar que este estudio se alinea con otras investigaciones que han explorado la conexión entre la salud emocional de las madres y el desarrollo de sus hijos. Por ejemplo, la relación entre el vínculo materno durante el embarazo y la salud del bebé, así como el impacto de la dieta materna en el riesgo de trastornos del neurodesarrollo, son temas que requieren atención continua.
La comprensión de estas complejas interacciones es vital para profesionales de la salud, educadores y padres que buscan brindar el mejor apoyo posible a la próxima generación.
Referencias
- Maria Davidsson, Frida Ringström, Bibbi Hagberg, Christopher Gillberg, Eva Billstedt. Adverse childhood experiences in children with neurodevelopmental disorders and their parents. Nordic Journal of Psychiatry, 2025. DOI: 10.1080/08039488.2025.2469737
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