El impétigo es una infección cutánea contagiosa que afecta principalmente a los niños, aunque los adultos también pueden contraerla. Esta afección es causada por bacterias, generalmente estafilococos o estreptococos, y se manifiesta con la formación de ampollas y costras en la piel. Aunque el impétigo no suele ser grave, es importante tratarlo adecuadamente para prevenir su diseminación y complicaciones.
Tipos de impétigo
Existen dos tipos principales de impétigo:
Impétigo no ampolloso
En esta forma de impétigo, se desarrollan pequeñas ampollas rojas que se rompen rápidamente y dejan costras de color miel en la piel. Estas costras suelen estar rodeadas de enrojecimiento y pueden causar picazón.
Impétigo ampolloso
En el impétigo ampolloso, las ampollas son más grandes y contienen un líquido transparente que, con el tiempo, se torna turbio. Tras romperse, estas ampollas dejan costras de color dorado intenso.
Causas del impétigo
El impétigo se produce cuando las bacterias entran en el cuerpo a través de cortes, raspaduras o picaduras de insectos. También puede propagarse mediante el contacto directo con una persona infectada o al compartir objetos personales, como toallas o ropa. Las condiciones cálidas y húmedas favorecen su desarrollo, por lo que es más común en climas tropicales o durante el verano.
Síntomas del impétigo
Los síntomas del impétigo incluyen la aparición de lesiones cutáneas en forma de ampollas que se rompen y forman costras, enrojecimiento alrededor de las lesiones, picazón, hinchazón de los ganglios linfáticos cercanos, y, en algunos casos, fiebre.
Tratamiento del impétigo
El impétigo generalmente se trata con antibióticos tópicos u orales, dependiendo de la gravedad de la infección. Es importante mantener la piel limpia y seca, y lavar las lesiones con agua y jabón suave. Se recomienda cortar las uñas para evitar el rascado, que puede propagar la infección. En casos graves, puede ser necesaria la intervención de un médico para drenar las ampollas y recetar medicamentos específicos.
Prevención del impétigo
Para prevenir el impétigo, es fundamental mantener una buena higiene personal, lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas infectadas, no compartir artículos personales y mantener limpias las heridas o cortes en la piel. También es importante promover la limpieza y desinfección de objetos compartidos, como juguetes, toallas y utensilios de cocina.
Preguntas frecuentes sobre el impétigo
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¿El impétigo es contagioso?
Sí, el impétigo es altamente contagioso, especialmente en entornos cercanos, como escuelas o guarderías.
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¿Cuánto tiempo dura el impétigo?
Con el tratamiento adecuado, el impétigo generalmente mejora en 7-10 días. Sin embargo, es importante completar el curso de antibióticos recetado por el médico para prevenir recurrencias.
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¿Puede el impétigo dejar cicatrices?
En la mayoría de los casos, el impétigo no deja cicatrices permanentes si se trata adecuadamente. Sin embargo, el rascado de las lesiones puede aumentar el riesgo de cicatrices.
Reflexión
El impétigo es una infección cutánea común que, aunque no suele ser grave, puede resultar molesta y contagiosa. Con una atención adecuada y medidas de prevención, es posible controlar y tratar el impétigo de manera efectiva. Es importante estar alerta a los síntomas y buscar atención médica si se sospecha esta infección.
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