La gastroenteritis, una inflamación del estómago y los intestinos, es una afección común que puede causar a los padres mucha preocupación. A menudo, persisten mitos sobre cómo manejarla, especialmente cuando se trata de la alimentación de los niños afectados. Sin embargo, la pediatra Lucía Galán Bertrand, conocida como Lucía Mi Pediatra, nos ofrece una perspectiva clara: no se debe dejar a los niños en ayunas en estas situaciones. En este artículo, exploraremos los fundamentos de esta recomendación, la importancia de una adecuada alimentación y los alimentos que se deben evitar.
- Por qué no dejar en ayunas a un niño con gastroenteritis
- Comer pronto ayuda a reparar el intestino
- Cuidados en la alimentación: productos incompatibles con gastroenteritis
- ¿Qué pueden comer y beber? Opciones recomendadas
- Recomendaciones generales durante un episodio de gastroenteritis
- Remedios caseros y cuidados adicionales
Por qué no dejar en ayunas a un niño con gastroenteritis
Una creencia común entre muchos padres es que dejar a un niño en ayunas puede ayudar a “asentar el estómago” durante una gastroenteritis. Sin embargo, esta idea ha sido desmentida por la ciencia. Al permitir que los niños coman desde el inicio de los síntomas, se favorece la recuperación del intestino, que puede verse gravemente afectado durante una infección gastrointestinal.
De hecho, la mucosa intestinal, que actúa como una barrera protectora, se regenera más rápidamente cuando se reintroducen alimentos. Dejar a un niño sin comer no solo prolonga el malestar, sino que también puede retrasar su recuperación. Esta afirmación es válida incluso para aquellos niños que son alimentados exclusivamente con leche materna; la lactancia debe continuar para proporcionar la hidratación y nutrientes necesarios.
Comer pronto ayuda a reparar el intestino
La recomendación actual de los pediatras es clara: cuanto antes los niños comiencen a comer y beber, mejor. Pero es crucial que los alimentos ofrecidos sean apropiados. La alimentación no debe ser escasa ni restringida, sino que debe incluir opciones adecuadas que no irriten el sistema digestivo.
Iniciar la reintroducción de alimentos puede incluir opciones como:
- Pan tostado con un poco de aceite de oliva.
- Tortilla francesa pequeña.
- Garbanzos o patatas cocidas.
- Sopa de fideos.
- Yogur natural sin azúcares añadidos.
La clave está en ofrecer pequeñas cantidades y observar la reacción del niño. La hidratación también es fundamental, y debe realizarse con líquidos apropiados, evitando las bebidas azucaradas que pueden empeorar los síntomas.
Cuidados en la alimentación: productos incompatibles con gastroenteritis
Es importante no solo ofrecer alimentos, sino también evitar ciertos productos que pueden ser perjudiciales. Algunos alimentos y bebidas que deben ser excluidos durante un episodio de diarrea o gastroenteritis son:
- Refrescos azucarados.
- Zumos de fruta azucarados.
- Postres lácteos con azúcares añadidos.
- Alimentos ultraprocesados.
- Snacks salados y frituras.
Estos productos pueden provocar una diarrea osmótica, lo que significa que en lugar de ayudar a la recuperación, pueden agravar los síntomas. La alimentación debe ser equilibrada y enfocada en alimentos que sean fáciles de digerir.
¿Qué pueden comer y beber? Opciones recomendadas
La alimentación de un niño con gastroenteritis no tiene por qué ser monótona. Además de los alimentos mencionados anteriormente, otras opciones que pueden ser beneficiosas y agradables incluyen:
- Arroz blanco cocido.
- Puré de manzana natural.
- Verduras cocidas como zanahorias o calabacín.
- Pescado al vapor o a la plancha.
- Compotas de frutas.
Es esencial ofrecer estos alimentos en pequeñas cantidades y asegurarse de que el niño esté bien hidratado. El agua o el suero fisiológico son las mejores opciones. El suero fisiológico, disponible en farmacias, se puede diluir en agua y debe administrarse en sorbos pequeños para evitar vómitos.
Recomendaciones generales durante un episodio de gastroenteritis
Además de la alimentación, hay varias recomendaciones generales que pueden ayudar a los padres a manejar la gastroenteritis en niños:
- Observar los síntomas: Mantener un seguimiento de la frecuencia y la consistencia de las deposiciones.
- Hidratación constante: Ofrecer líquidos frecuentemente y en pequeñas cantidades.
- Descanso adecuado: Asegurarse de que el niño descanse lo suficiente para facilitar la recuperación.
- Consulta médica: No dudar en acudir al pediatra si los síntomas persisten o empeoran.
- Evitar el auto-medicarse: Nunca administrar medicamentos sin consultar con un profesional de la salud.
Estos consejos son vitales para asegurar que el niño se recupere rápidamente y sin complicaciones adicionales.
Remedios caseros y cuidados adicionales
Algunos padres también consideran los remedios caseros como una opción para aliviar los síntomas de la gastroenteritis. Sin embargo, es esencial tener cuidado con lo que se elige. Algunos remedios que pueden ser útiles son:
- Infusiones de manzanilla: Pueden ayudar a calmar el estómago.
- Caldo de pollo: Proporciona nutrientes y electrolitos.
- Puré de plátano: Suaviza el estómago y proporciona potasio.
Estos remedios deben ser utilizados con precaución y siempre teniendo en cuenta la condición del niño. La clave está en mantener un enfoque equilibrado y consultar con el pediatra si hay dudas.
Para más información sobre el manejo de la gastroenteritis y otros temas relacionados, puedes ver este video informativo de Lucía Mi Pediatra:
La gastroenteritis es una condición que puede ser gestionada efectivamente con la información adecuada. Los padres deben sentirse empoderados para tomar decisiones informadas sobre la alimentación y el cuidado de sus hijos en estos momentos difíciles. A medida que la ciencia avanza, también deberíamos estar dispuestos a dejar atrás los mitos y adoptar enfoques basados en la evidencia para el bienestar de nuestros pequeños.
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