La actividad durante el embarazo influye en el parto y cesáreas

La experiencia del embarazo es única y presenta múltiples facetas que pueden influir en el momento y la forma en que ocurre el parto. Cada decisión y hábito diario puede tener un impacto significativo, y uno de los factores más cruciales es el nivel de actividad física de la madre durante el tercer trimestre. Estudios recientes demuestran que mantenerse activa no solo puede facilitar un parto más natural, sino que también reduce la necesidad de cesáreas. A continuación, exploraremos en profundidad cómo la actividad física puede influir en el proceso de parto.

Índice de contenidos
  1. El estudio sobre actividad física y edad gestacional
  2. Relación entre sedentarismo y riesgo de parto postérmino
  3. Actividades que ayudan a iniciar el parto
  4. Vía de nacimiento y su relación con el nivel de actividad
  5. Recomendaciones e implicaciones para la salud materna
  6. El movimiento como aliado en el final del embarazo
  7. Referencias

El estudio sobre actividad física y edad gestacional

Un estudio reciente, publicado en la Revista da Associação Médica Brasileira, examinó la relación entre el tipo e intensidad de actividad física en el último trimestre del embarazo y la edad gestacional al momento del nacimiento. La investigación incluyó a 260 mujeres embarazadas de bajo riesgo, y sus hallazgos son reveladores. Se dividieron en dos grupos: aquellas que dieron a luz a partir de la semana 41 y aquellas que lo hicieron entre la semana 37 y la 40+6.

La principal variable analizada fue el nivel de actividad física en el tercer trimestre, evaluado mediante el Pregnancy Physical Activity Questionnaire (PPAQ). Este cuestionario clasificó las actividades en función de su intensidad, utilizando la unidad de MET (equivalente metabólico de tarea), que ayuda a entender cuánta energía se quema durante diferentes actividades.

  • Actividades sedentarias: < 1.5 MET
  • Actividades leves: 1.5–3 MET
  • Actividades moderadas: 3–6 MET
  • Actividades intensas: > 6 MET

Los resultados demostraron que las mujeres que alcanzaron las 41 semanas de gestación realizaron menos actividad moderada y más actividad sedentaria en comparación con aquellas que tuvieron un parto a término. Además, la tasa de cesáreas fue significativamente mayor en el grupo con partos postérmino (27,7%) en comparación con el grupo que tuvo partos regulares (6,6%).

¡No te lo pierdas! ➡️  Cambios en los últimos días del embarazo: cuidados y síntomas

Relación entre sedentarismo y riesgo de parto postérmino

Uno de los hallazgos más notorios del estudio fue la conexión entre el sedentarismo y el riesgo de que el parto ocurra a partir de la semana 41. El análisis estadístico reveló que el sedentarismo es un factor de riesgo independiente para la prolongación del embarazo. Esto significa que no se trata solo del tiempo que una mujer pasa sentada, sino de la energía que se deja de gastar por mantener un estilo de vida inactivo.

El estudio identificó un punto de corte específico: 35,7 MET-horas/semana de actividad sedentaria fue el límite que mejor predijo partos postérmino, con una sensibilidad del 67,1 % y una especificidad del 60,1 %. Esto indica que superar este umbral podría alertar sobre el riesgo de prolongación del embarazo.

Actividades que ayudan a iniciar el parto

Las mujeres que experimentaron partos espontáneos a término mostraron niveles más altos de actividad moderada y realizaban tareas domésticas o de cuidado. Estas actividades implican movimiento continuo y gasto energético, sin requerir un ejercicio intenso. El punto de corte para la actividad moderada se estableció en 64,02 MET-horas/semana; aquellas que superaban este umbral tenían una mayor probabilidad de iniciar el parto antes de la semana 41.

Algunas de las actividades cotidianas que pueden favorecer el inicio del trabajo de parto incluyen:

  • Caminar con regularidad
  • Cocinar
  • Cuidar de otros niños
  • Hacer las compras
  • Realizar tareas laborales ligeras

Lo importante es evitar la inactividad; no se trata de realizar deportes extenuantes, sino de mantener un ritmo activo lo más posible.

Vía de nacimiento y su relación con el nivel de actividad

El estudio también reveló una asociación significativa entre el tipo de parto y el nivel de actividad durante el tercer trimestre. Las mujeres que tuvieron partos vaginales mostraron un mayor nivel de actividad ocupacional y menor sedentarismo que aquellas que tuvieron cesáreas. Este hallazgo sugiere que el movimiento físico no solo influye en el momento del parto, sino también en la evolución del trabajo de parto.

¡No te lo pierdas! ➡️  Dolor pélvico en el embarazo: causas, síntomas y tratamientos

Las mujeres activas tienden a tener un mayor tono muscular, mejor oxigenación y una progresión más eficiente del proceso de parto. En contraposición, niveles altos de sedentarismo están relacionados con una menor preparación del cuerpo para el parto, lo que puede resultar en una mayor tasa de cesáreas debido a partos detenidos o falta de trabajo de parto espontáneo.

Recomendaciones e implicaciones para la salud materna

Este estudio proporciona información valiosa para actualizar las recomendaciones sobre actividad física durante el embarazo. Aunque muchas guías ya promueven el movimiento, aún persisten miedos infundados sobre "moverse demasiado" en el tercer trimestre. Los resultados indican que mantener una actividad moderada no solo es seguro, sino también beneficioso.

Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Incorporar actividad física moderada en la rutina diaria.
  • Reducir el tiempo sedentario como una prioridad.
  • Fomentar la educación prenatal sobre la importancia del movimiento.

La educación prenatal y el acompañamiento de matronas o profesionales de la salud pueden ayudar a desmitificar el movimiento en el embarazo y fomentar hábitos saludables que mejoren el pronóstico del parto.

El movimiento como aliado en el final del embarazo

El estudio reafirma que el cuerpo está preparado para moverse hasta el final del embarazo. La actividad física moderada no solo ayuda a iniciar el parto de forma natural, sino que también reduce el riesgo de cesáreas innecesarias. Se trata de acompañar el proceso fisiológico de manera activa, no de forzarlo.

Algunas de las estrategias que pueden implementarse incluyen:

  • Caminar diariamente.
  • Realizar actividades funcionales que mantengan el cuerpo en movimiento.
  • Evitar el sedentarismo prolongado.

Estas prácticas no solo mejoran el bienestar general, sino que también preparan a la madre física y mentalmente para el nacimiento. Moverse es salud, incluso en el tercer trimestre. Promover este mensaje basado en evidencia puede empoderar a las mujeres embarazadas y enriquecer su experiencia de parto.

Referencias

  • Kinay T, Mert SA, Karadeniz RS, Ustun YE. Association between the physical activity level in the third trimester of pregnancy and the gestational age at birth. Rev Assoc Med Bras. (2025). doi:10.1590/1806-9282.20241509

Si quieres conocer otros artículos parecidos a La actividad durante el embarazo influye en el parto y cesáreas puedes visitar la categoría Embarazo.

Te puede interesar...