Pantallas y falta de sueño aumentan riesgo cardiometabólico infantil

El uso excesivo de pantallas se ha convertido en un tema de debate constante entre padres, educadores y profesionales de la salud. Un nuevo estudio danés ha revelado que este fenómeno no solo afecta el entretenimiento y la atención de los niños, sino que también puede tener consecuencias graves en su salud cardiometabólica. Conocer los riesgos y saber cómo actuar desde casa es fundamental para proteger el bienestar de los más jóvenes.

Índice de contenidos
  1. El impacto de las pantallas en la salud de los niños
  2. Los hallazgos del estudio danés
  3. Lo que más afecta no son las pantallas… sino cuándo y cómo se usan
  4. ¿Qué podemos hacer desde casa?
  5. Un riesgo silencioso que se puede prevenir
  6. Referencias

El impacto de las pantallas en la salud de los niños

Un reciente estudio internacional, que incluye datos de más de mil niños y adolescentes, ha puesto de manifiesto una inquietante correlación entre el tiempo que pasan frente a pantallas y el riesgo de sufrir problemas cardiometabólicos. Investigadores del proyecto danés COPSAC han evidenciado que no solo es la cantidad de tiempo frente a la pantalla lo que importa, sino también los hábitos de descanso que los acompañan.

Este hallazgo resalta la necesidad de prestar atención tanto al tiempo de pantalla como a la calidad del sueño, ya que ambos factores están interrelacionados y pueden amplificar el riesgo de enfermedades del corazón. Con esto en mente, es crucial que los padres comprendan la magnitud de este problema y qué medidas pueden implementar en casa.

Los hallazgos del estudio danés

El estudio, liderado por David Horner y su equipo, se llevó a cabo entre dos grupos de menores: uno de 10 años y otro de 18. Se buscaba analizar cómo el tiempo de pantalla influía en su salud cardiometabólica. Los investigadores crearon un índice de riesgo que incluía parámetros como la cintura abdominal, la presión arterial y los niveles de colesterol y glucosa.

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Los resultados fueron alarmantes. Cada hora adicional que los niños pasaban frente a una pantalla estaba asociada a un aumento significativo en el riesgo cardiometabólico, con valores de β=0.08 en niños y β=0.13 en adolescentes. Este aumento es un claro indicador de que el uso prolongado de dispositivos digitales tiene efectos medibles y perjudiciales en la salud.

Lo que más afecta no son las pantallas… sino cuándo y cómo se usan

Una de las conclusiones más importantes del estudio fue el papel crucial del sueño. Los niños y adolescentes que dormían menos horas mostraban un mayor impacto negativo del tiempo frente a pantallas. Esto significa que no solo es relevante cuántas horas pasan frente a un dispositivo, sino también la calidad y cantidad de sueño que obtienen.

Por ejemplo, se encontró que el sueño moderaba la relación entre el tiempo de pantalla y el riesgo cardiometabólico en ambos grupos. Hasta un 12% del efecto negativo de las pantallas en la infancia se puede atribuir a un sueño insuficiente.

  • Los adolescentes que se acuestan más tarde experimentan efectos negativos aún más pronunciados, especialmente las chicas.
  • El patrón se vuelve claro: el uso de pantallas antes de dormir lleva a un sueño más corto o irregular, aumentando así el riesgo cardiometabólico.

¿Qué podemos hacer desde casa?

A pesar de la gravedad de los hallazgos, hay un rayo de esperanza: las familias pueden intervenir. Aquí hay algunas acciones prácticas que pueden ayudar a mitigar los riesgos asociados al tiempo de pantalla:

  • 🕓 Reducir el tiempo frente a las pantallas en la tarde-noche. Al limitar el uso de dispositivos, se mejora la calidad y duración del sueño.
  • 🌙 Adelantar la hora de acostarse. Una hora extra de sueño puede compensar algunos de los efectos negativos de la exposición digital.
  • 🎲 Fomentar actividades de ocio sin pantallas. Juegos de mesa, lectura en familia o cocinar juntos son excelentes alternativas que promueven la conexión familiar y reducen el tiempo digital.
  • 👨‍⚕️ Consultar con pediatras sobre hábitos digitales. La salud digital es parte del desarrollo infantil y es importante contar con orientación profesional.
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Un riesgo silencioso que se puede prevenir

Este estudio no sugiere que se eliminen las pantallas de la vida de los niños, sino que se comprenda el impacto acumulativo de su uso. Las pantallas no son "el enemigo", pero requieren una gestión activa por parte de los adultos que cuidan de los niños.

Las correlaciones entre pantallas, sueño y salud cardiometabólica son ahora datos concretos, evidenciados en análisis de sangre. Aunque las diferencias pueden parecer pequeñas, cada hora de sueño cuenta, especialmente durante las etapas críticas de desarrollo. Cuidar del corazón de nuestros hijos debe comenzar en casa, con rutinas que prioricen el descanso y un uso consciente del mundo digital.

Referencias

  • David Horner, Marie Jahn, Klaus Bønnelykke, Bo Chawes, Trine Flensborg‑Madsen, Ann‑Marie Malby Schoos, Jakob Stokholm, Morten Arendt Rasmussen. Screen Time Is Associated With Cardiometabolic and Cardiovascular Disease Risk in Childhood and Adolescence. Journal of the American Heart Association, 2025. DOI: 10.1161/JAHA.125.041486

Para explorar más sobre el impacto de la tecnología en la salud y el bienestar, puedes ver el siguiente video que profundiza en la importancia del sueño:

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