El entorno de juego de los niños es un aspecto crucial para su desarrollo. Con la creciente popularidad de los parques naturalizados, donde se integran elementos naturales en espacios recreativos, se abre un debate sobre cómo estos entornos afectan la forma en que los niños juegan y aprenden. Un reciente estudio canadiense ha arrojado luz sobre esta cuestión, revelando datos sorprendentes sobre la influencia del entorno de juego en los pequeños de entre 1,5 y 3,5 años. A continuación, exploraremos en profundidad las conclusiones de esta investigación y sus implicaciones para la crianza.
La influencia del entorno de juego en el desarrollo infantil
El estudio, publicado en el Journal of Environmental Psychology, se centró en la comparación entre parques tradicionales, con estructuras de juego como columpios y toboganes, y parques naturalizados, que incorporan elementos como troncos, arenas y vegetación. Los investigadores llevaron a cabo un análisis exhaustivo de cómo estos entornos afectan el movimiento y el juego de los niños.
Los resultados fueron sorprendentes: aunque los niños mostraron una reducción en su actividad física intensa, pasaron más tiempo concentrados y profundizando en sus juegos. Este hallazgo desafía la percepción común de que la actividad física debe aumentar para un desarrollo óptimo.
Disminuye la actividad física, pero no es algo negativo
La investigación se llevó a cabo en dos fases: antes y después de la transformación del patio de una escuela infantil en Ontario, Canadá. En la primera fase, el patio estaba diseñado con estructuras de plástico y superficies duras. Un año después, se introdujeron elementos más naturales como troncos, áreas de césped, senderos de tierra y espacios con agua.
Durante el estudio, los niños llevaban acelerómetros que registraban su actividad física y se grabaron vídeos para analizar sus patrones de movimiento. Esta metodología permitió a los investigadores crear mapas visuales del comportamiento espacial de los niños.
Los datos revelaron que los niveles de actividad física intensa disminuyeron tras la transformación del entorno. A pesar de esto, se observó un aumento en los momentos de juego concentrado. La pausa no se tradujo en aburrimiento; más bien, los niños estaban involucrados en exploraciones significativas, como:
- Manipulación de materiales naturales.
- Observación de su entorno.
- Interacción con educadores y compañeros.
El juego en patios naturalizados parece mejorar
Los investigadores notaron que la calidad del juego no solo se mantenía, sino que en muchos aspectos mejoraba. Los niños que jugaban en entornos naturalizados mostraban una mayor duración de sus interacciones y una profundidad en sus exploraciones. En lugar de moverse frenéticamente entre estructuras de juego, se quedaban más tiempo en áreas específicas, explorando diversos elementos del entorno.
Esto sugiere que los patios naturalizados no limitan la actividad física, sino que fomentan un tipo de estimulación diferente, que incluye:
- Estimulación sensorial al tocar diferentes texturas.
- Desarrollo cognitivo al resolver problemas y tomar decisiones.
- Interacciones emocionales más profundas con otros niños.
La variedad de espacios dentro del patio naturalizado permite a los niños experimentar un rango más amplio de juegos. En vez de limitarse a un solo tipo de actividad, pueden elegir entre:
- Escalar troncos.
- Crear caminos en la tierra.
- Jugar en charcos.
Beneficios del juego pausado al aire libre
El estudio enfatiza que el juego al aire libre más pausado es también un tipo de juego saludable. Los momentos de calma y observación son igual de importantes que los períodos de actividad intensa. Actividades como:
- Observar insectos.
- Construir castillos de arena.
- Contar historias bajo un árbol.
fomentan el desarrollo emocional y social de los niños, permitiéndoles explorar su entorno de manera más profunda y significativa. Esta forma de jugar no solo estimula la creatividad, sino que también permite a los niños desarrollar habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico.
Aplicaciones prácticas en la crianza
Para los padres interesados en proporcionar un ambiente que favorezca el desarrollo integral de sus hijos, este estudio ofrece valiosas enseñanzas. En lugar de enfocarse únicamente en la cantidad de equipamiento de juego, es fundamental considerar la calidad de los entornos. A veces, un simple espacio natural puede ser más beneficioso que un parque lleno de estructuras de plástico.
Además, diversificar el tipo de juegos es crucial. La combinación de actividades que incluyen:
- Movimiento.
- Exploración sensorial.
- Conexiones emocionales.
asegura que los niños tengan experiencias variadas que contribuyan a su desarrollo holístico.
Es esencial comprender que no se trata de elegir entre un parque tradicional y uno naturalizado, sino de integrar ambos en la vida de los niños. Un parque urbano puede ser el lugar perfecto para liberar energía, mientras que un entorno naturalizado puede ofrecer un refugio para la creatividad y el descubrimiento.
Referencias
- Kimberly Squires, Tricia van Rhijn, Becky Breau, Debra Harwood, Jess Haines, Megan Coghill. A quasi-experimental investigation of young children’s activity levels and movements in equipment-based and naturalized outdoor play environments. Journal of Environmental Psychology, 2024. DOI: 10.1016/j.jenvp.2024.102364
Para complementar este análisis, recomendamos ver el siguiente video que aborda los beneficios de jugar en entornos naturales:
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Patios y parques naturalizados mejoran la calidad del juego puedes visitar la categoría Cuidado y desarrollo del bebé.
