La alimentación de los niños en su primer año de vida es un tema que genera muchas inquietudes entre los padres. A esta edad, los pequeños comienzan a explorar una variedad de alimentos, lo que puede presentar desafíos y situaciones complicadas. Si te enfrentas a problemas relacionados con la alimentación de tu hijo, no estás solo. A continuación, abordaremos los siete problemas más comunes que enfrentan los niños de un año y ofreceremos soluciones prácticas para ayudar a los padres en este proceso.
Problemas comunes de alimentación en niños de 1 año
La transición de la alimentación exclusiva con leche a una dieta más variada puede ser complicada. Los hábitos alimenticios en esta etapa son fundamentales para el desarrollo físico y emocional de los niños. Aquí, analizaremos los problemas más frecuentes y cómo abordarlos.
1. Solo quiere pasta
Es cierto que la pasta es un alimento nutritivo, pero depender únicamente de ella puede resultar poco saludable. Es fundamental ofrecer una dieta equilibrada que incluya otros grupos alimenticios. Para enriquecer la comida, considera las siguientes combinaciones:
- Pasta con salsa de tomate y verduras.
- Pasta con carne picada o pollo.
- Pasta con una mezcla de quesos y espinacas.
De esta manera, no solo disfrutarán de la pasta, sino que también recibirán nutrientes esenciales de otros alimentos.
2. Solo come triturados y potitos
Es común que algunos niños prefieran los alimentos triturados. Si tu pequeño llora al ver un plato con comida sólida, prueba a ofrecerle los mismos alimentos en trozos pequeños o triturados. Sin embargo, es importante no forzarlos a comer cuando no tienen hambre. Aquí hay algunas sugerencias:
- Ofrece comidas variadas en diferentes texturas.
- Introduce gradualmente alimentos sólidos, comenzando por aquellos que le gusten.
- Evita hacer de la comida una batalla; mantén un ambiente positivo en la mesa.
3. No acepta ningún tipo de verdura
Las verduras son esenciales en la dieta de los niños, pero pueden ser rechazadas. Para aumentar su aceptación, ofrece una variedad de opciones y métodos de preparación. Aquí hay algunas tácticas efectivas:
- Presenta las verduras en formas divertidas o en platos coloridos.
- Incorpora verduras en sus platos favoritos, como pizzas o purés.
- Haz que las verduras sean parte de la rutina familiar, comiéndolas juntos en las comidas.
Recuerda que la variedad es la clave para evitar que los niños se aburran de los mismos sabores.
4. Se niega a probar nuevos alimentos
La "neofobia" es un fenómeno común en los niños de esta edad, donde muestran resistencia a probar alimentos nuevos. Para ayudar a tu hijo a superar esto, considera:
- Ofrecer un nuevo alimento junto a uno que ya le guste.
- Ser un modelo a seguir; come con ellos y disfruta de nuevos alimentos.
- Respetar su decisión si no quieren probar algo, pero ofrécele la oportunidad en otro momento.
5. Tarda mil años en terminar el plato
La velocidad con la que comen los niños puede variar, y es importante no apresurarlos. Para saber si realmente ha terminado, sigue estos consejos:
- Retira el plato y pregúntale si ha terminado.
- Si muestra interés, ofrécele seguir comiendo más tarde.
- Permítele comer a su propio ritmo; disfrutar de la comida es esencial.
6. Cuando come solo lo pone todo perdido
Es normal que los niños hagan desorden al comer solos. En lugar de preocuparte por la limpieza, permítele explorar y aprender a comer solo. Aquí tienes algunas recomendaciones:
- Coloca un mantel o una alfombra que puedas limpiar fácilmente.
- Ofrece alimentos que sean menos propensos a deshacerse, como trozos de fruta o vegetales cocidos.
- Después de comer, involúcralo en la limpieza para que aprenda a recoger.
7. Mi hijo de 18 meses come poquísimo
Es normal que la cantidad de comida que los niños consumen varíe considerablemente. Cada niño tiene un apetito diferente, y lo más importante es que obtenga los nutrientes necesarios. Considera lo siguiente:
- Permítele regular su propia alimentación; los niños saben cuándo están satisfechos.
- Consulta al pediatra si hay preocupaciones sobre el crecimiento o el peso.
- Evita presionarlo para que coma más; esto puede generar aversión a la comida.
La paciencia y la persistencia son fundamentales al introducir nuevos alimentos. No te desanimes si tu hijo no acepta algo a la primera; sigue ofreciéndole opciones variadas y saludables. Con el tiempo, es probable que desarrolle un gusto más amplio por la comida.
Para más información sobre cómo abordar los problemas de alimentación en niños pequeños, puedes ver el siguiente video que ofrece consejos útiles y estrategias:
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