La historia de Catrina y Cailee es un relato conmovedor de amor, valentía y la búsqueda de momentos significativos en medio de la adversidad. Esta madre y su hija han emprendido un viaje que trasciende la simple experiencia de ver, enfocándose en crear un legado visual que, aunque fugaz, permanezca grabado en la memoria de la pequeña. Al explorar el mundo juntas, han encontrado no solo alegría, sino también un propósito que las impulsa a seguir adelante.
El viaje hacia la creación de recuerdos visuales
Desde su diagnóstico a los 18 meses de edad, Cailee enfrenta el reto de una enfermedad degenerativa conocida como vitreorretinopatía familiar exudativa, que amenaza con privarla de su visión de manera progresiva. Este diagnóstico resultó ser un duro golpe para Catrina, quien inicialmente se sintió abrumada por la incertidumbre. Sin embargo, decidió no dejarse vencer por la tristeza, optando por crear experiencias memorables que su hija pudiera llevar consigo en su mente.
La madre reflexionó sobre lo que significa realmente “ver” y cómo el verdadero valor de las experiencias reside en los recuerdos que atesoramos. Así, comenzó a planear un itinerario lleno de aventuras que les permitieran disfrutar del mundo juntas y consolidar esos momentos en la memoria de Cailee.
Construyendo un banco de memoria visual
La lista de actividades que madre e hija comenzaron a desarrollar abarcó una variedad de experiencias, cada una seleccionada cuidadosamente para maximizar la vivencia sensorial de Cailee. Las experiencias elegidas no solo buscaban ser entretenidas, sino también significativas. Algunas de las actividades que incluyeron son:
- Visitar Disneylandia para disfrutar de la magia y la fantasía.
- Ver el océano, explorando sus maravillas y sonidos.
- Montar a caballo, conectando con la naturaleza y los animales.
- Ir de camping, donde podrían disfrutar del aire libre y la convivencia.
- Visitar museos de arte para experimentar la belleza visual a través de diferentes culturas.
Este enfoque ha permitido a Catrina y Cailee crear un banco de memoria visual que va más allá de lo físico, enfatizando la importancia de experimentar el mundo a través de los sentidos.
El crecimiento de una comunidad solidaria
A medida que las aventuras de Catrina y Cailee avanzaban, se dieron cuenta de que su historia resonaba con muchas personas alrededor del mundo. Para ayudar a financiar sus experiencias y crear conciencia sobre la salud visual, decidieron establecer una plataforma de crowdfunding. Esta iniciativa no solo les permitió recaudar fondos, sino también conectar con otros que compartían sus ideales y luchas.
La respuesta fue abrumadora. Amigos, familiares y desconocidos comenzaron a contribuir, deseosos de ayudar a que Cailee viviera cada una de las experiencias que su madre había planeado. Con el apoyo de esta comunidad, lograron ampliar su lista de deseos y hacer realidad muchos de sus sueños.
Impulsando la conciencia sobre la salud visual
Además de disfrutar de su viaje, Cailee ha comenzado a involucrarse activamente en la concienciación sobre la salud visual. Junto a su madre, ha asistido a charlas y seminarios, donde aprende sobre la importancia del cuidado de los ojos y comparte su historia. En algunas ocasiones, ha tenido la oportunidad de pronunciar discursos breves, inspirando a otros con su valentía y determinación.
Este compromiso con la causa no solo empodera a Cailee, sino que también resalta la importancia de hablar sobre las enfermedades visuales y la necesidad de apoyo y comprensión por parte de la sociedad.
La importancia de vivir el presente
El enfoque de Catrina y Cailee en crear recuerdos visuales resalta un mensaje crucial: vivir el presente y apreciar cada momento. La vida está llena de incertidumbres, pero es en esos momentos de conexión y disfrute donde encontramos la verdadera felicidad. Catrina ha aprendido que, aunque el futuro de Cailee puede parecer incierto, cada experiencia compartida contribuye a su crecimiento y felicidad.
La madre sostiene que, aunque la pérdida de la vista de su hija es una posibilidad real, las memorias que están creando juntas servirán como un faro de luz en los momentos más oscuros. “Ella es la que hace que esta familia siga adelante. Su segundo nombre es Joy (alegría), y ella eleva esto a la enésima potencia”, dice Catrina, reflejando su amor y admiración por la resiliencia de su hija.
Reflexiones finales sobre la experiencia de vida
La travesía de Catrina y Cailee es un poderoso recordatorio de que, a veces, las circunstancias más difíciles pueden llevar a las personas a crear conexiones más profundas y significativas. En este viaje, han encontrado esperanza, alegría y un propósito renovado, demostrando que el amor puede superar incluso los desafíos más grandes.
Su historia invita a todos a reflexionar sobre la importancia de apreciar el mundo que nos rodea y a crear recuerdos que perduren en el tiempo. Cada experiencia vivida se convierte en una huella imborrable en la memoria, y Catrina y Cailee nos enseñan que, aunque la vista pueda desvanecerse, el amor y los recuerdos siempre brillarán con fuerza.
Para aquellos interesados en profundizar en el tema de la salud visual y la inclusión, pueden explorar este video inspirador que aborda la discapacidad visual y sus desafíos:
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