La decisión de ser madre es una de las más significativas en la vida de una mujer, y cada vez más mujeres eligen retrasar la maternidad por diversas razones. Sin embargo, es crucial entender los riesgos asociados con tener un bebé a una edad más avanzada. Un reciente estudio en Suecia, que analizó más de 300.000 partos, proporciona información valiosa sobre los riesgos neonatales en bebés de madres mayores de 40 años, especialmente a partir de los 45.
Este artículo se adentra en los hallazgos de este macroestudio y ofrece una visión más amplia sobre las implicaciones de la maternidad tardía, así como recomendaciones para quienes están considerando esta opción.
- Un cambio demográfico en la maternidad
- Los hallazgos del estudio sueco sobre maternidad tardía
- Clasificación de los grupos de edad
- Riesgos asociados con la maternidad tardía
- Consideraciones para quienes desean ser madres a partir de los 40
- Consecuencias a largo plazo del nacimiento prematuro y bajo peso
- Adaptación de políticas públicas a la nueva realidad demográfica
- Referencias
Un cambio demográfico en la maternidad
El perfil de la madre ha evolucionado notablemente en las últimas décadas. La edad media para dar a luz ha aumentado en muchos países, reflejando cambios en las prioridades profesionales, el acceso a tratamientos de fertilidad y la planificación familiar. Por ejemplo, en Europa, la edad media al dar a luz pasó de 29 años en 2001 a 31,1 años en 2021.
En Suecia, en 2022, el 4,8% de los nacimientos correspondieron a madres de 40 años o más, una cifra cinco veces mayor que en 1973. En España, el Instituto Nacional de Estadística reportó que, en 2024, 16.950 partos fueron de mujeres de entre 40 y 44 años y 1.640 partos fueron de mujeres de 45 a 49 años. Estos cambios son indicativos de actitudes sociales que favorecen la maternidad tardía.
Los hallazgos del estudio sueco sobre maternidad tardía
Un equipo de investigadores de las universidades de Uppsala y Linköping se propuso explorar los efectos de la edad materna avanzada en la salud del recién nacido. El estudio, publicado en Acta Paediatrica, se basó en datos de 312.221 nacimientos entre 2010 y 2022. Este análisis es uno de los más amplios realizados hasta la fecha, que va más allá del umbral de los 35 años tradicionalmente considerado como "edad materna avanzada".
Clasificación de los grupos de edad
Para entender mejor los efectos de la edad materna en los recién nacidos, los investigadores clasificaron a las madres en tres grupos:
- Referencia: 35–39 años
- Edad materna avanzada: 40–44 años
- Edad materna muy avanzada: 45 años o más
Los resultados mostraron un aumento significativo de los riesgos neonatales a medida que aumentaba la edad de la madre. Estos hallazgos resaltan la importancia de una atención médica adecuada para las mujeres que deciden ser madres más tarde en la vida.
Riesgos asociados con la maternidad tardía
El estudio reveló varios riesgos neonatales que aumentan con la edad de la madre. Los investigadores ajustaron los resultados por factores como el índice de masa corporal, tabaquismo y tipo de parto. A continuación se detalla el aumento del riesgo para distintos grupos de edad:
| Riesgo | 40–44 años | 45 años o más |
|---|---|---|
| Parto prematuro (antes de la semana 37) | +26% | +68% |
| Bebé pequeño para la edad gestacional (SGA) | +26% | +46% |
| Hipoglucemia neonatal | +34% | +82% |
| Riesgo de mortinatalidad | +27% | +80% |
| Apgar bajo (menos de 7 a los 5 minutos) | +23% | +24% (no significativo) |
A pesar de que la mayoría de los nacimientos no presentan complicaciones graves, las probabilidades de complicaciones aumentan notablemente con la edad materna.
Consideraciones para quienes desean ser madres a partir de los 40
Es fundamental que las mujeres que consideran ser madres a partir de los 40 años estén bien informadas sobre los riesgos asociados. Aunque el estudio no busca crear miedo, sí pretende proporcionar información precisa para ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas.
Las mujeres mayores de 45 años, según el estudio, son más propensas a padecer hipertensión y diabetes tipo 2, además de depender con mayor frecuencia de técnicas de reproducción asistida. En este grupo, casi la mitad de los partos se realizaron por cesárea, lo que puede implicar riesgos adicionales tanto para la madre como para el bebé.
Consecuencias a largo plazo del nacimiento prematuro y bajo peso
El bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro pueden tener repercusiones que van más allá del periodo neonatal. Existe evidencia que vincula estas condiciones con un mayor riesgo de problemas de aprendizaje, dificultades motoras y trastornos del neurodesarrollo en la infancia, así como problemas cardiovasculares en la edad adulta.
Por lo tanto, es esencial que las mujeres que planean un embarazo a partir de los 40, especialmente después de los 45, soliciten un seguimiento obstétrico más intensivo. Esto incluye un monitoreo detallado del embarazo y un seguimiento neonatal para asegurar que los bebés reciban la atención necesaria.
Adaptación de políticas públicas a la nueva realidad demográfica
El equipo de investigadores ha señalado que las políticas públicas y los recursos de atención sanitaria deben adaptarse a esta nueva realidad demográfica. Las mujeres que eligen ser madres más tarde necesitan acceso a controles prenatales y educación sobre los riesgos. Este enfoque puede ayudar a mitigar las complicaciones y asegurar una atención equitativa para todas las madres y sus bebés.
Referencias
- Sofia Voss, Anna Josefsson, Claudia Ekéus. Neonatal Outcomes Among Infants of Mothers With Advanced Maternal Age: A National Cohort Study. Acta Paediatrica, 2025. DOI: 10.1111/apa.70185
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