El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un tema que ha ganado atención en años recientes, especialmente cuando se trata de su manifestación en niñas. Un estudio reciente revela que las niñas con síntomas de inatención durante su infancia presentan un mayor riesgo de desarrollar ansiedad en la adolescencia. Esta conexión pone de relieve la importancia de detectar y tratar el TDAH a tiempo, no solo para mejorar el rendimiento académico, sino también para prevenir problemas de salud mental en el futuro.
La investigación, publicada en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry, ha sido realizada por un equipo de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) y ha seguido a más de 1,000 niños y niñas durante un periodo de 12 años, desde los 4 hasta los 16 años. A continuación, exploraremos los hallazgos más significativos del estudio.
- Una relación que afecta más a las niñas que a los niños
- Ansiedad que también alimenta la inatención en la adolescencia
- Inatención: el síntoma invisible que retrasa el diagnóstico
- Diferencias de género: hiperactividad en niños, ansiedad en niñas
- Implicaciones para la prevención y el tratamiento
- Mirar más allá de lo evidente
- Referencias
Una relación que afecta más a las niñas que a los niños
El TDAH se manifiesta a través de dos dimensiones principales: inatención e hiperactividad-impulsividad. Sin embargo, se ha observado que estas manifestaciones varían significativamente entre géneros. Mientras que las niñas tienden a mostrar mayores síntomas de inatención, los niños suelen evidenciar más hiperactividad.
El estudio halló que la inatención en niñas es un predictor claro de ansiedad, mostrando que la inatención en niñas podría anticipar un aumento en los niveles de ansiedad dos años después. Esta relación se sostuvo en todas las etapas del estudio, desde los 4 hasta los 16 años. Por otro lado, en el caso de los niños, esta relación solo se observó entre los 10 y 12 años, lo que sugiere que la inatención podría ser un factor de riesgo más persistente para la ansiedad en niñas.
Ansiedad que también alimenta la inatención en la adolescencia
El estudio no solo analizó cómo la inatención afecta a la ansiedad, sino que también reveló un patrón de retroalimentación. En las adolescentes, la ansiedad a los 12 y 14 años predijo un aumento de la inatención dos años después. Esta dinámica no fue observada en los niños, lo que indica un camino de desarrollo diferente entre los géneros.
Durante la adolescencia, las niñas enfrentan una serie de cambios hormonales y presiones sociales que pueden intensificar sus dificultades de atención. Algunos de los factores que podrían contribuir a este fenómeno son:
- Cambios hormonales significativos.
- Aumento de las demandas sociales y académicas.
- Mayor tendencia a la rumiación y preocupación excesiva.
Estos elementos, combinados con una presión social creciente y una autoestima que puede verse afectada, pueden agravar los síntomas de inatención en aquellas que ya presentan signos de TDAH.
Inatención: el síntoma invisible que retrasa el diagnóstico
Uno de los desafíos fundamentales es que las niñas con TDAH tipo inatento suelen pasar desapercibidas. A menudo son percibidas como tranquilas, distraídas o soñadoras, pero generalmente no generan conflictos que capten la atención de padres o docentes. Esta invisibilidad lleva a que el diagnóstico de TDAH en niñas suceda mucho más tarde, frecuentemente cuando los síntomas se han agravado o cuando la ansiedad ya se ha manifestado.
En muchos casos, la ansiedad es la razón principal por la que se busca ayuda, y solo después se detecta la inatención subyacente. Por ello, es crucial:
- Identificar los síntomas de inatención de manera temprana.
- Distinguir entre una simple distracción infantil y una inatención clínica.
- Buscar evaluación especializada, especialmente en niñas que no presentan hiperactividad.
Diferencias de género: hiperactividad en niños, ansiedad en niñas
El estudio también reveló que en los niños, la hiperactividad-impulsividad a los 6 y 8 años se relacionó con un aumento de ansiedad dos años después. Sin embargo, la ansiedad no tuvo un efecto significativo sobre la hiperactividad en etapas posteriores. Esto refuerza la idea de que la evolución del TDAH y de la ansiedad es diferente según el género.
Mientras que la inatención se manifiesta como un predictor más sólido de ansiedad en niñas, en los niños son los rasgos de hiperactividad los que anticipan problemas emocionales. Los autores del estudio subrayan que entender estas diferencias puede ayudar a mejorar la detección temprana y facilitar intervenciones más efectivas. Esto debe incluir:
- Evaluaciones específicas de género.
- Intervenciones adaptadas al perfil individual del niño o niña.
Implicaciones para la prevención y el tratamiento
Los hallazgos del estudio sugieren que detectar y tratar los síntomas de inatención antes de los 12 años podría reducir significativamente el riesgo de ansiedad en la adolescencia, especialmente en niñas. Además, abordar la ansiedad puede prevenir el agravamiento de los síntomas de inatención.
Los investigadores afirman que la comorbilidad entre ansiedad y TDAH no se debe únicamente a factores genéticos, sino a una relación funcional que cambia a lo largo del desarrollo. Esto implica que:
- Las intervenciones deben ser sensibles a la etapa evolutiva del menor.
- Las características del sexo deben ser consideradas al plantear tratamientos.
Es vital que las niñas que parecen distraídas o ausentes en el aula reciban atención clínica con la misma urgencia que aquellos que presentan síntomas más evidentes.
Mirar más allá de lo evidente
Este estudio proporciona una base sólida para comprender que los síntomas de inatención en niñas tienen un impacto acumulativo en su salud mental. La ansiedad no solo es más prevalente entre ellas durante la adolescencia, sino que puede ser una manifestación de dificultades cognitivas no detectadas a tiempo.
La detección temprana del TDAH tipo inatento puede cambiar el curso del desarrollo emocional en muchas niñas. Es fundamental reconocer que el TDAH no siempre se presenta con hiperactividad y que muchas veces los síntomas son sutiles, lo que puede llevar a que el silencio de las niñas distraídas se convierta en una ansiedad que podría haberse prevenido.
Referencias
- Habibi Asgarabad M, Wichstrøm L, et al. Reciprocal relations between dimensions of attention-deficit/hyperactivity and anxiety disorders from preschool age to adolescence: sex differences in a birth cohort sample. J Child Psychol Psychiatry. (2025). doi:10.1111/jcpp.14038
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