Uso de antibióticos en bebés aumenta riesgo de alergias y problemas neurológicos

El uso de antibióticos en la infancia ha sido un tema de debate por años, y un reciente estudio ha añadido más peso a esta conversación. Los hallazgos sugieren que el uso repetido de estos medicamentos en bebés puede acarrear serias consecuencias en su salud a largo plazo. La investigación, que abarcó más de un millón de niños, señala riesgos significativos de desarrollar alergias y problemas neurológicos. Es vital entender estas implicaciones para tomar decisiones informadas sobre el tratamiento de los más pequeños.

Índice de contenidos
  1. El impacto de los antibióticos en el desarrollo infantil
  2. Cuando el microbioma se forma, los antibióticos pueden alterarlo de forma duradera
  3. Riesgos consistentes: alergias, asma y rinitis
  4. Un hallazgo inesperado: relación con la discapacidad intelectual
  5. Enfermedades autoinmunes y neurodesarrollo: limitaciones en las pruebas
  6. Un llamado a la prescripción más prudente de antibióticos
  7. Una ventana crítica para la salud futura
  8. Referencias

El impacto de los antibióticos en el desarrollo infantil

Los antibióticos se utilizan comúnmente en la niñez para tratar infecciones bacterianas, pero su administración repetida durante los primeros años puede tener efectos duraderos en la salud. Un estudio exhaustivo indica que los bebés que reciben múltiples tratamientos antibióticos antes de cumplir los dos años tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas y, en algunos casos, problemas relacionados con el neurodesarrollo.

Este estudio, realizado por investigadores de Rutgers Health, NYU y Stanford University, analizó los datos médicos de más de un millón de niños nacidos en el Reino Unido entre 1987 y 2020. Los investigadores hicieron un seguimiento clínico de estos niños hasta los 12 años, lo que les permitió evaluar los vínculos potenciales entre el uso temprano de antibióticos y el desarrollo de diversas condiciones crónicas.

Cuando el microbioma se forma, los antibióticos pueden alterarlo de forma duradera

Durante los primeros dos años de vida, el cuerpo humano establece su microbioma intestinal, un ecosistema esencial de bacterias que juegan un papel crucial en la maduración del sistema inmunitario y neurológico. Los antibióticos, aunque son fundamentales para combatir infecciones, pueden perjudicar a estas bacterias beneficiosas.

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El estudio señala que los niños que recibieron varios tratamientos antibióticos antes de los 2 años presentaron una mayor probabilidad de desarrollar condiciones como asma, alergia alimentaria y rinitis alérgica. Estas condiciones están íntimamente relacionadas con un sistema inmunitario hiperreactivo, lo que sugiere que la interrupción del microbioma durante un periodo crítico puede tener efectos adversos duraderos.

El riesgo se acentuó en aquellos que se sometieron a cinco o más tratamientos, lo que sugiere una relación dosis-respuesta en cuanto a la exposición a antibióticos y la salud posterior del niño.

Riesgos consistentes: alergias, asma y rinitis

Los datos obtenidos del estudio revelan asociaciones significativas entre la exposición temprana a antibióticos y el incremento del riesgo de desarrollar enfermedades alérgicas. En particular, se documentaron los siguientes hallazgos:

  • Asma: Riesgo incrementado (HR: 1,24)
  • Alergia alimentaria: Riesgo incrementado (HR: 1,33)
  • Rinitis alérgica: Riesgo incrementado (HR: 1,06)

Estos resultados se mantuvieron sólidos incluso después de ajustar por factores como antecedentes familiares, situaciones socioeconómicas y el entorno familiar. Además, el análisis entre hermanos refuerza la idea de que la exposición a antibióticos, y no otros factores de crianza, está relacionada con el riesgo inmunitario posterior.

Un hallazgo inesperado: relación con la discapacidad intelectual

Aunque no se encontraron asociaciones claras con trastornos como TDAH o autismo, el estudio reveló un hallazgo preocupante: existe un posible vínculo entre el uso repetido de antibióticos y un diagnóstico de discapacidad intelectual. Este riesgo aumentó con el número de tratamientos, mostrando que los niños que recibieron cinco o más cursos de antibióticos antes de los dos años tuvieron un 73 % más de riesgo de discapacidad intelectual (HR: 1,73).

El efecto fue aún más pronunciado en análisis entre hermanos (HR: 2,79), lo que sugiere que la alteración del microbioma podría repercutir en aspectos cognitivos y neurológicos, un área que merece más investigación.

Enfermedades autoinmunes y neurodesarrollo: limitaciones en las pruebas

A diferencia de las enfermedades alérgicas, los investigadores no hallaron asociaciones consistentes entre el uso de antibióticos y enfermedades autoinmunes como diabetes tipo 1, enfermedad celíaca o artritis idiopática juvenil. Asimismo, no se encontró evidencia clara de vínculos con trastornos como TDAH o ansiedad, que habían sido sugeridos en estudios previos menos rigurosos.

Estos hallazgos indican que el riesgo asociado al uso temprano de antibióticos no es generalizado, sino que afecta de manera selectiva a ciertas vías inmunitarias y mecanismos del desarrollo cognitivo que aún no se comprenden completamente.

Un llamado a la prescripción más prudente de antibióticos

El autor principal del estudio, Daniel Horton, enfatiza la importancia de los antibióticos en el tratamiento de infecciones bacterianas graves, pero también destaca que no todas las condiciones en niños pequeños requieren antibióticos. “Los médicos deben ser juiciosos al recetar antibióticos a niños menores de 2 años, ya que el uso frecuente puede afectar la salud a largo plazo”, subraya Horton.

Este estudio proporciona evidencia robusta que respalda un uso más cuidadoso de los antibióticos en niños, priorizando la vigilancia clínica y evitando tratamientos innecesarios ante infecciones leves o virales. Proteger el microbioma en los primeros años puede ser una herramienta clave para prevenir condiciones inmunitarias y cognitivas más adelante.

Una ventana crítica para la salud futura

“Los antibióticos son medicamentos importantes y, a veces, salvan vidas, pero no todas las infecciones en niños pequeños necesitan ser tratadas con antibióticos”, recalca Horton. Es crucial que los padres continúen consultando con los médicos sobre el mejor curso de atención para sus hijos.

Este amplio estudio retrospectivo aporta evidencia significativa sobre los riesgos selectivos del uso temprano y repetido de antibióticos. Alergias comunes como el asma y la rinitis, y en menor medida condiciones neurológicas como la discapacidad intelectual, podrían estar relacionadas con una exposición excesiva a estos medicamentos durante una etapa clave del desarrollo.

Revisar la frecuencia y necesidad de cada prescripción, especialmente en menores de dos años, podría ser una de las formas más efectivas de proteger la salud a largo plazo desde los primeros meses de vida.

Referencias

  • Beier M, Setoguchi S, Gerhard T, Roy J, Koffman D, Mendhe D, Madej J, Strom B, Blaser M, Horton D, Early Childhood Antibiotics and Chronic Pediatric Conditions: A Retrospective Cohort Study. The Journal of Infectious Diseases. (2025). doi: 10.1093/infdis/jiaf191

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